•Una relación entre dos mejores amigos, él quiere protegerla y amarla, ella quiere seguir como están por miedo a herirlo. Dos mejores amigos que han estado enamorados desde hace años, ninguno quiere dar el siguiente paso, pero el destino los pondrá...
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Quedaba un día para el enfrentamiento contra Tenjiku, decidí pasar la noche con Draken pues se decidió que yo no participaría en la pelea, Mikey y Draken no querían que algo me sucediera así que simplemente acepté.
-¿Realmente estás bien con no participar?- Me preguntó Draken. -Si... Solo estoy preocupada por ustedes, no quiero que nada les suceda.- Respondí. -Preciosa... Mi pequeñita hermosa, nada nos sucederá, me cuidaré y cuidaré de mikey.- Comentó Draken. -No me digas así... Es vergonzoso.- Me quejé. -¿Así como?, ¿Preciosa?, ¿Mi pequeñita hermosa?- Draken comenzó a molestarme. -Jmmm, eres malo.- Hice puchero. -Si... Soy muy malo, mi pequeñita hermosa me tiene que castigar.- Dijo Draken mientras me abrazaba. -¿Si?, ¿Quieres que te castigue?- Pregunté de forma coqueta. -Si... Pero ésta noche no... Ésta noche quiero hacerte el amor.- Respondió.
Quedé un poco sorprendida por las palabras de Draken, era como si deseara tenerme en sus brazos antes de una gran tormenta, yo sin más que decir me acerqué a su rostro juntando sus labios con los míos.
-Entonces hagamos el amor, Ken.- Susurré. -Te amo, Mika.- susurró en mi oído. -Yo también te amo, Ken... Para mí tú eres como el mar.- Lo comparé. -¿Cómo el mar?- Preguntó riendo. -Si... Me provocas calma.- Respondí.
Comenzamos a besarnos nuevamente mientras nos quitabamos la ropa, su tacto era tan suave a pesar de que sus manos eran ásperas, sus besos me demostraban todo el amor que sentía por mi y el deseo que tenía de poseerme. Draken dejo marcas de sus besos a lo largo de todo mi cuerpo al igual que yo, de un momento a otro los sonidos provenientes de las habitaciones del burdel dejaron de existir y solo existimos él y yo, en nuestro mundo, en nuestra burbuja repleta de pasión y amor.
-Mika... Lo pondré.- Susurró Draken en mi oído.
Asentí suavemente confirmando que aceptaba.
-Te amo...- Dijo mientras entraba lentamente en mi. -Angh...- Gemí levemente.- Y-yo igual... Te amo, Ken... Realmente te amo. -Preciosa mía...- Comentó mientras me besaba.
Draken comenzó a moverse lentamente dentro de mi, sentía como su miembro llenaba y tocaba cada parte de mi, mientras que en la habitación se escuchaban nuestros gemidos y jadeos.
De un momento a otro Draken se encontraba bajo de mi y yo lo estaba montando mientras observaba directamente sus ojos, me movía con lentitud y el acariciaba mis muslos, los cuales también apretaba cada vez que entraba profundamente en mi.
-Mika...- Decía entre Jadeos.
Comencé a moverme más rápido por la excitación, el sonido de nuestras pieles golpeándose una y otra vez se escuchaban por la habitación, Draken sostenía mi cadera y me movía con sus manos provocando que su miembro entrara más profundamente en mi.
