Especial Kookv

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Era el primer día de universidad y Jeon Jungkook acababa de llegar a su destino, como siempre, puntual.

Jungkook era un lindo Alfa, responsable y disciplinado, sus padres eran dueños de una de las empresas más famosas del país y Jungkook estaba por empezar sus estudios para poder dirigirla. Todo esto y más hacían de Jungkook un Alfa con porte y uno de los más deseados por Omegas, betas e incluso Alfas.

Más sin embargo, Jungkook jamás había sentido atracción por algún aroma, ninguna chica o chico lograba llamar su atención, sus padres estaban emocionados esperando a su futura pareja y Jungkook siquiera había dado su primer beso.

Jungkook era tierno, sus lindos ojos grandes y brillantes lograban cautivar a muchas personas, sus fuertes piernas gracias a su arduo trabajo en el gimnasio y la linda cintura que portaba el Alfa eran grandes atractivos para las personas, pero jamás aceptó los números de teléfono de ninguna chica o chico.

Nadie había logrado ganar el corazón de Jungkook.

Y un pequeño dato más, Jungkook era muy inocente, jamás había tocado a nadie y mucho menos a si mismo, le daba vergüenza hablar de aquellos temas a pesar de que su padre Alfa le hablaba una y otra vez de que se protegiera con cualquier persona que estuviera y que de vez en cuando sus padres enviaran indirectas en medio de las cenas o en cualquier momento, sin contar la infinidad de condones que sus padres le regalaban cada mes, su cara se tornaba roja de solo pensarlo.

Jungkook revisó una vez más la hora en el reloj de su muñeca verificando que la hora era correcta y así fue, Jungkook estaba siendo puntual como siempre.

Vestía unos jeans ajustados, sus botas negras, una camiseta que se ajustaba a su trabajado cuerpo, sus lentes que le daban un toque tierno y un lindo gorro a juego con su ropa.

Las chicas se formaban en grupos mientras murmuraban sobre el lindo chico, mientras el Alfa se encaminaba hasta la cafetería, bebería un delicioso café y leería un poco de aquel libro que le había llamado tanto la atención.

— Aquí tienes. — la mujer que atendía en la cafetería le entregó su café caliente.

Jungkook le regaló una sonrisa dónde sus lindos dientes se dejaban ver y le agradeció por la bebida, dio tan solo tres pasos cuando un fuerte aroma chocó contra él, un delicioso aroma, uno que jamás había sentido y después de mucho; Jungkook sintió a su lobo saltar de felicidad.

Claro que en su ensoñación con aquel delicioso aroma no vio venir al portador del mismo, no hasta que el café en sus manos terminó manchando su linda camiseta y el chico con el que chocó había caído al suelo con su respiración agitada de tanto correr.

Taehyung iba tarde, era su primer día en la universidad y ya iba tarde, Taehyung era un alma libre, su mente era abierta a muchas cosas, disfrutaba de su juventud, las noches de fiestas, sexo, alcohol, baile y demás.

Yoongi, su mejor amigo y el más centrado de los dos, el Omega siempre le seguía el juego en todo a pesar de que se dedicaba a su estudio, Yoongi siempre estaba con él, bueno, casi siempre, ya que se negaba a tener un buen polvo de una noche.

— ¡Yoongi! Voy tarde.

Hola Taehyung, yo también estoy bien y claro pasaré por ti porque soy un muy buen amigo.

— ¿Sabes que te amo hyung?

Sí, sí, estoy frente a tu puerta.

Taehyung tomó su cosas y arregló una última vez su rubio cabello, ese día sería fantástico, conseguiría a algún Alfa lindo y fornido, tendría un buen polvo y seguiría con su vida.

HEREDERO | JIMSU | OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora