- Min Yoongi hijo único, Omega, sus padres quieren organizar un matrimonio forzado.
- Park Jimin, Alfa, sus padres quieren hacer crecer su empresa, la mejor manera es un matrimonio arreglado con una de las empresas más famosas y reconocidas de Corea...
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Jung Jaehyun °Alfa °24 años
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Habían pasado cinco largos y maravillosos años, claro que teniendo en cuenta sus momentos malos y buenos, ambos eran padres responsables y siempre atentos a su hijo, Hobi había crecido de manera rápida para ambos, justo aquel día iría a su primer día de escuela, el cachorro parecía ansioso y a la vez asustado por dejar a sus padres.
— Ven aquí Hobi, debemos empacar tu almuerzo. — Yoongi se había vuelto mucho más ágil en todo esto de la crianza, la gran mayoría de veces él era quien debía poner mano dura en la familia.
— Cariño, no lo presiones está nervioso. — y aquí está la razón por la que debía ser algo duro con su hijo, Jimin amaba mimar de más a su cachorro, no le negaba nada sin importar que tan descabellada sea la idea de su lindo hijo.
— Park no quites mi autoridad frente al niño, debe ser puntual y entiendo que esté nervioso pero amor volveremos por ti e iremos por un delicioso helado, además Jinyoung estará junto a ti. — Yoongi se dirigió al niño intentando darle confianza.
— Lo sé papi, pero voy a extrañarlos... Te voy a extrañar papá. — Hoseok corrió hacia los brazos de su padre Alfa refugiándose en ellos.
— Todo esto es tu culpa, lo mimas demasiado. — Yoongi cruzó sus brazos enojado, tal vez porque él quería más mimos que su hijo y no quería admitir que le daba algo de celos.
— Yoonie~ sabes que amo darles mimos, cuido muy bien de mis dos bebés. — Jimin se había acercado para unirse en un fuerte abrazo familiar.
Las empleadas en la cocina quienes se ocupaban del desayuno, observaban con ternura la escena.
— Está bien, ahora sí es tarde, debo irme. — Jimin observó la hora y tomó sus cosas rápidamente. — Los amo, a ambos, la próxima vez iré a dejarte yo mismo ¿Está bien cachorro?
— Sí papá. — Hobi le regaló una tierna sonrisa, dejando ver el diente que ya se había caído hace un tiempo... Tan tierno.
— Y para mi lindo Omega volveré antes del almuerzo. — Jimin le regaló un guiñó para después plantar un casto beso sobre sus labios.
