Accidente

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Realmente ninguno estaba fijándose en la carretera debido a la discusión que tenían ni que el chofer estaba a punto de colapsar: Es que estaban pensando como podían que arreglar el desastre que ellos mismos habían realizado. Definitivamente odiaban todo ello y se odiaban a sí mismos.

Pero esa no era excusa para que tuvieran un accidente en el coche por un infarto repentino del conductor que los llevaba.

Akashi por instinto protegió al Omega con el que estaba discutiendo con su propio cuerpo sacándolo de la limosina. Lo miro fijamente previniendo de que no hubiera ninguna herida fuerte.

―Mi pierna...― Se quejó Furihata con los ojos cerrados protegiéndose el vientre con sus manos. Le sangraba la pierna bastante debido a una piedra afilada incrustada en su pierna derecha al caer.

Si Seijūrō fuera un Alfa como cualquier otro podría aprovechar esta ocasión para dejar que el Omega quedase solo, herido, abandonado, para que muriese cuando muriese su criatura y así librarse de la unión indeseada, pero...

―Quédate tranquilo, llamaré a la ambulancia.

―¡Cuidado! ―Dijo Furihata jalándolo al suelo porque el auto estalló y partes quemadas iban justo a la cara de Akashi.

Ambos estaban en el suelo ahora. Seijūrō era la primera vez que se fijaba de verdad en los ojos de Kōki que parecían naturalmente húmedos y profundos, sus rasgos de alguna manera, aunque simples, eran atractivos.

Pero aún lo odiaba.

Kōki suspiró, no debería preocuparse de lo que le pasara a este Alfa indeseado, no quería que el fuera el padre de su hijo.

Lo odiaba mucho.


Seijūrō era aplaudido por sus amigos felicitándole (Aunque algunos más con envidia que con verdaderas ganas de felicitarlo) por conseguir al Omega que quería para comprometerse con él: Kuroko Tetsuya, quien era un Omega de piel clara, ojos redondo...

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Seijūrō era aplaudido por sus amigos felicitándole (Aunque algunos más con envidia que con verdaderas ganas de felicitarlo) por conseguir al Omega que quería para comprometerse con él: Kuroko Tetsuya, quien era un Omega de piel clara, ojos redondos e imagen de inocencia. (aunque en realidad no fuera tan así, pero así le gustaba a Akashi)

Su padre estaba de acuerdo con la unión, pues, aunque no fuera un Omega de familia rica, parecía alguien bien educado que no daba la apariencia de venir de bajo mundo.

Akashi tenía todo lo que quería. O más bien casi.

No había logrado provocar sexualmente a su Omega, siendo que al parecer este también lo deseaba o eso creía. Eso le frustraba, quería que para que todo fuera perfecto ya este estuviese esperando un hijo de ambos.

Pero nunca ocurrió.

Era en esa fiesta donde se anunciaba formalmente el compromiso de ambos donde la mayor desgracia para Akashi apareció, una desgracia llamada Furihata Kōki.

Furihata era una persona con la que jamás había entablado más de dos palabras en la vida, jamás tuvieron una relación cercana, porque además ese Omega parecía temerle a su imponente presencia. Estaba bien, para Akashi era normal que algunos Omegas no resistiesen mucho el aura dominante de un Alfa.

Todo normal en aquella fiesta, Kuroko sonrió cuando ese Omega vino a felicitarle con su pareja correspondiente, diciéndole a Tetsuya que también se casarían pronto. Akashi algo sonriente propuso que se podría hacer una boda doble. Furihata sintió pena por las molestias del Alfa, pero Kuroko estaba contento de que él y su amigo se casaran en un mismo día, que sería divertido aquello convenciendo a su amigo y a la pareja de este que lo hicieran así, asintiendo a sus palabras.

Las horas pasaban, Akashi fue llamado por su padre para mostrarle un precioso anillo que había guardado, que un tiempo perteneció a su madre y Masaomi quería que Seijūrō se la entregara a su amado. Este un poco maravillado de todo aquello tomo con cuidado la cajita guardándola en su solapa y pensó en el momento adecuado en que se la daría a su prometido, cuando choco por su camino con Furihata, quien parecía algo mareado.

―¿Estas bien? ―Lo sostuvo un poco al verlo así.

―A-A-AKASHI-San ¡Lo siento! ― Retrocedió un poco preocupado de molestar al Alfa que se veía muy imponente incluso algo amenazante. ―So-solo tomé un poco de más...creo que no soy tan resistente al alcohol como creía.

Le dedico una mirada comprensiva.

―No necesitas ser tan formal conmigo, después de todo eres amigo de mi prometido y nos casaremos el mismo día. ―Sigue mirándolo realmente pensando que el Omega no era solo apariencia inocente, sino que en verdad lo era. ―No deberías poner a prueba tu resistencia, si resulta que estas embarazado podría hacerle daño a la futura vida que puedas estar llevando.

Furihata negó.

―No pasará, aún no lo hemos hecho. Quiero esperar al matrimonio y mi pareja respeta eso. Aunque a veces quisiera que no me respetara tanto...¡Solo bromeo!

Aunque en su broma Seijūrō percibió algo de tristeza.

Kōki se sujetó la cabeza, aún parecía mareado.

―¿Necesita ir al baño? ―Le daba la impresión de que este iba a vomitar, sin embargo, este negó.

―Solo necesito acostarme un poco, iré a un sillón si no le molesta.

―Ven, usaras una habitación de invitados, no puedo dejar que duermas allí en un sillón siendo el mejor amigo de Tetsuya. ―Lo guio a una habitación y le ayudo a sentarse en la cama.

En ese momento percibió un leve aroma como a canela, manzana verde y ámbar. Era un aroma sumamente atrayente, proviniendo de la piel ajena. Trago saliva, sus instintos Alfa se despertaron, pero por suerte pudo controlarlos, en parte porque Furihata se quedó dormido apenas su cabeza toco la almohada.

Esto estaba mal, varias veces deseo tener un despertar de Alfa con Kuroko, pero nunca ocurría ¿Por qué con esta persona sí? Negó, debía evitar a Furihata Kōki para que nadie saliera perjudicado.

Pero el destino no lo permitiría.


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