Dream | NCT

Bad feelings

- ¡Agarra su cintura y atraela hacia tí! - ordenó Ten por quinta vez.

- ¡Me rehuso a hacerlo!

- Xiaojun ya quitamos muchos pasos porque te parecían incómodos, difíciles o graciosos - dije cansada acostada en el piso.

- ¡Entonces haz la coreografía con Ten y déjame fuera de esto! - el chico salió de la sala azotando la puerta.

Lancé unas patadas al aire cansada y me pare de un salto.

- Que dramático es - suspiré.

- ¿Recuerdas cuando tú no podías hacer ese tipo de pasos? - asenti avergonzada por el posible regaño que me daría - tuve que ayudarte y después lo lograste.

- Lo recuerdo pero te tomó meses para que pierda totalmente la vergüenza y me pueda desenvolver bien.

- Toma esto como un reto - señaló la puerta - tienes que lograr que él pueda moverse tan bien como tú.

¿Cómo se supone que haga eso cuando el chico no quería ni tocarme la mano? Habían pasado tres días de prácticas y teníamos menos de la mitad de la coreografía.

A este punto no sabía si era tímido o le daba asco tocar mi cuerpo.

Suspiré nuevamente tomando el puente de mi nariz. Lo único que hacíamos era que Ten pierda su tiempo.

- Yo me encargo - él me miró dudoso - me memorice toda la coreografía puedo guiarlo.

Asintió y comenzamos a recoger nuestras cosas para irnos. No tenía sentido seguir aquí cuando mi compañero de baile se había ido.

Hace una semana el manager nos avisó que al igual como el año pasado tendríamos que hacer otro dance cover, después de descartar a Winwin y Ten nosotros dos fuimos los seleccionados.

Teníamos que hacer un concepto opuesto al que pesentaron el año pasado y el límite de tiempo era de dos semanas.

Dos semanas del cual habían pasado cinco días debido a la creación y práctica de la coreografía.

Tenía que agilizar las cosas o la empresa era capaz de quitarnos esta oportunidad por nuestra lentitud.

(...)

Xiaojun.-

Caminaba a la sala de vocalización hasta que escuché el comienzo de la canción que estaba practicando ayer con Yukiko.

Curioso caminé hasta la sala de ensayos haciendo que la música se haga más fuerte.

- ¡Lucas! - me congelé en la puerta - deja de bromear - rió coquetamente.

Desde que conocía a Yukiko jamás la había escuchado hablar así.

- Acércate más - dijo Lucas.

Miles de imágenes cruzaban mi cabeza y no entendía porque ninguna me agradaba.

Con un enojo inexplicable abrí la puerta encontrando a los dos chicos en la parte donde me rehúse ayer a hacer.

Caminé rápidamente al parlante y apagué la música.

- ¿Qué están haciendo? - pregunté tratando de sonar amable.

- Bailamos - Lucas sonrió y ayudo a que Yukiko a levantarse - ¿Tienes algún problema con eso?

Negué repetidas veces tratándome de eliminar el sentimiento de disgusto.