Desterrados, seres que han sido expulsados de su manada para ser condenados a la eterna soledad y si es posible la muerte. Seres que se han cansado de su destierro... Seres que se encargaran de destruir a cada manada para no ser destruidos.
La guerr...
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Mire al lobo ponerse de pie, detrás de mí se encontraba la artemisa y la loba.
— tú... Voy a matarte...—dijo el alfa Jasper corriendo en mi dirección, cuando estaba cerca la artemisa se entrometió, yo sonreí triunfante y Jasper miro con confusión a su querida alma gemela.
— Busca a la niña, tienes mucho que saber...—Dijo Ariana a Jasper.
—¿por qué ahora defiendes a la desterrada?—preguntó Jasper a Ariana.
— porque nos enteramos de que Celia mato a Eluney, tu hermana...— ignorando la conversación empecé a correr en busca de los míos.
Esto se saldrían de control pronto, al llegar a la frontera observe miles de personas tiradas.
— ¿que está pasando?—pregunte Mila cuando llegue a su lado.
— personas del lado de Celia, la mayoría de las personas de la manada de su pueblo están escondidas...
— ¡Nivarna!—Cole me llamo— Oliver y Adrián, están peleando a pocos metros de aquí, tienes que ayudar a Oliver...
— ¡investiga donde esta Celia y cuando la encuentren despeja la zona!—grite a Cole empezando a correr en busca de Oliver.
Ahora... Ahora tenia miedo, no de mí sino de mi hermana y alma gemela, debí escuchar a Said, debí huir y escapar con ellos.
Un gruñido hizo que me detuviera, me quede detrás de un arbusto y observe lo que pasaba.
El lobo de Oliver se lanzo sobre Adrián, ahora ambos eran alfas. Adrián lo empujo y cuando ambos estuvieron separados se vieron el uno al otro, sabia que entre sus lobos hablaban. El lobo de Adrián miro en mi dirección, tome mi daga y lo vi, su lobo corrió hacia mí.
Justo cuando estaba por levantarme para atacarlo salto encima de mí y huyo. Lo mire esperando que volviera pero nada ¿qué estaba pasando?
— Levántate—dijo Oliver ayudándome.
— ¿que está pasando?—le pregunte.
— Él libero a Celia... Ahora ella desea tu muerte.
— vaya madre la mía— me queje.
— tampoco has sido buena con ella.
— ¡se lo merece!—gruñí, lo mire y observe las leves heridas que tenia.
—¿en donde están?—pregunte.
— En la mansión...
Ambos empezamos a correr en dirección a la mansión, ahora tenia demasiado miedo, Layla estaba con ella y con Layla estaba Vladimir.
Vladimir...
Al estar cerca empece a ver demasiadas personas tiradas.
— son de la manda de Adrián—dijo Oliver, trajo a los suyos hasta acá.