Final

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— dicen que vendrá hoy

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— dicen que vendrá hoy...— dijo un soldado.

— cuando venga la Señorita Layla se ira con la familia del alfa Jasper y Ariana Venandi.

— ¿crees que sera castigada por los crímenes de su hermana?

— para nada— respondió el otro— la señorita Layla se unirá a los cazadores.

— Aveces parece tan frágil, no creo que sea capaz—dijo negando.

— y por eso tiene a ese chico, ese niño la defiende con capa y espada.

— Debe ser su alma gemela...

— ustedes dos— la voz de Ariana se escucho— vayan a la frontera, aquí se termino parte de la construcción.

— como ordene señora—dijeron ambos retirándose.

Intente huir de la escena pero antes de poder hacerlo su voz me detuvo.

— Layla... Sigues escuchando detrás de las paredes— dijo Ariana entrando por la puerta.

— lo lamento— dije.

— hay niña— ella revolvió mi cabello.

— ¡Layla!—el grito de Vladimir nos asusto a ambas, reí levemente y fue cuando él  me vio— ¡te dije que no te alejaras demasiado!.

— Vladimir tendrá canas muy pronto—dijo Ariana riendo.

— Ariana— Vladimir hizo una reverencia ante ella— ¿podríamos salir?

— adelante—dio ella— solo no tarden, en una hora ellos estarán aquí.

Ambos asentimos, Vladimir tomo mi mano como siempre y empezó a guiarme, pronto se me quedaría el camino hacia el lugar en donde ellos estaban.

Dos meses....

Cuando pasamos por la manada observe como estaban dando los toques finales a la escultura.

Dejamos la manada y entramos en el bosque, mientras iba corriendo recogía pequeñas flores azules y blancas.

Vladimir era tan paciente que me esperaba sin perderme de vista, al principio era molesto pero ahora no, no cuando entiendo sus razones.

— ¿por qué no me dejas sola?—llore arrinconada en la sala.

— porque le prometí a Nivarna que te cuidaría y una promesa siempre se cumple...

— ¿solo por eso?—pregunte. Él amplio los ojos y luego bajo la mirada, en su mano había una rosa color azul, él se encargo de hacerla para ella.

— no... Quería a Nivarna y ahora también te quiero a ti...

Mire la espada de Vladimir, él caminaba delante de mí y con él siempre cargaba la espada de Nivarna.

DesterradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora