Para la mayoría de la gente, morir solo sonaba terrible, pero para Jiang Cheng lo prefería. Había visto la muerte de cerca demasiadas veces, y cada una de ellas se le quedó grabada. No le deseaba esa carga a nadie más, especialmente a su sobrino.
Jin Ling estaba inconsolable mientras acunaba a su tío en sus brazos. Las lágrimas y los mocos le caían por la cara. Gritaba, suplicaba y se lamentaba mientras Zidian se enroscaba en su dedo. Jiang Cheng no podía sentir la energía espiritual que le empujaban los cultivadores de alrededor. No podía sentir nada más que arrepentimiento.
Quería limpiar las lágrimas del rostro de Jin Ling y decirle que dejara de lloriquear. Quería decirle a su querido sobrino lo orgulloso que estaba y lo mucho que le quería. Pero apenas podía mantenerse consciente. Consiguió una última mirada suave, pero esto pareció alterar más a Jin Ling, y entonces todo se volvió negro
Le pareció oír a alguien conocido que le llamaba por su nombre. Tardó en darse cuenta de que la voz pertenecía a su hermana.
La calidez le invadió al creer que, de alguna manera, se reunía con ella en el más allá. Pensó que su hermana ya habría bebido la sopa y se habría reencarnado, pero quizá los dioses les habían concedido una pizca de bondad antes de que los hermanos entraran juntos en la rueda de la reencarnación.
Abrió los ojos y encontró a su hermana de pie junto a él mientras estaba tumbado en la cama. Llevaba unas vaporosas sedas púrpuras y su accesorio más bello, su sonrisa. Notó brevemente que estaba en el dormitorio de su infancia. Jiang Yanli parecía más joven de lo que recordaba, pero había pasado más de una década sin ella. Los recuerdos eran cosas frágiles. Verla de nuevo viva y sonrojada le hizo llorar.
¡Ajie! gritó mientras la abrazaba. Su voz sonaba extraña, pero no le importaba mientras asimilaba cada detalle de su hermana que el tiempo le había robado. Olía a flores de loto, a especias y a algo inherente a ella. Era de bordes suaves, excepto por sus huesudos omóplatos, y su cabello se sentía como la seda.
Unas manos delicadas le aliviaron la espalda hasta que dejó de llorar en su estómago. Cuando Jiang Cheng se apartó, se sintió culpable por haber puesto la expresión de preocupación en el rostro de su hermana.
__A-Cheng, ¿qué pasa?
Frunció el ceño y se preguntó por qué su hermana no creía que fuera a llorar en su reencuentro. ¿No sabía lo mucho que la echaba de menos?
Antes de que pudiera decir nada, la puerta se abrió y apareció la última persona que Jiang Cheng esperaba ver.
__¿Qué está pasando? ¿Por qué está llorando Jiang Cheng?
Era Wei Wuxian. Pero no cualquier Wei Wuxian. Era el Wei Wuxian que revoloteaba por sus recuerdos como un fantasma. Era el chico despreocupado con el que creció, la campana de la secta Jiang todavía colgando de su cinturón.
__A-Xian, sabes que no deberías irrumpir en la habitación de una joven sin avisar, __Jiang Yanli regañó ligeramente a Wei Wuxian, pero la mayor parte de su atención estaba en la cara de pánico de su hermana pequeña.
Jiang Cheng estaba confundido. ¿Qué hacía Wei Wuxian allí? ¿Por qué había recuperado su antiguo cuerpo? ¿Por qué todo el mundo volvía a ser un adolescente? ¿Por qué su hermana llamaba a su habitación habitación de mujer joven?
__Lo siento shijie, estaba muy preocupada.
__Si no te sientes bien A-Cheng, entonces tal vez debas retrasar tus clases en los Recreos de las Nubes. Estoy seguro de que nuestros padres lo entenderán. __La mente de Jiang Cheng se agitó mientras reunía la información que se le presentaba.
ESTÁS LEYENDO
Víbora En La Hierba 'traduccion'
FanfictionJiang Cheng no quería morir, pero tampoco quería despertar en el cuerpo de una Segunda Dama Jiang de quince años. No está seguro de qué hacer, pero mientras siga reviviendo sus años de adolescencia, se asegurará de eliminar la inminente amenaza Wen...