Between love & time

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La única persona que le había dado un beso en la mejilla había sido su madre. ¿Quién se atrevería a hacerlo con la marca en su rostro? Más de algún hombre en su vida la había observado con deseo, pero en cuanto había cometido algún descuido y la quemadura quedaba expuesta, retrocedían o volteaban la cara con asco. Y mucho menos tenía contacto con alguna mujer. ¿Por qué sentía que, si bajaba la mano de su mejilla izquierda y le revelaba su marca a Rosé, ella iba a aceptarla tal cual? Sin embargo, el temor era más fuerte, no quería romper el momento tan precioso de aquel pequeño gesto. ¿Qué era todo esto, de todas formas? ¿Cómo podía alguien tan importante y tan bella como Rosé Warwick demostrarle afecto?

─ Lo siento. ─susurró─. Ha sido una... una total falta de respeto llamarla por su nombre.

Rosé volvió a darle otro beso sobre la mejilla, pero esta vez más cerca de sus labios, jugando con el límite del deseo y el pecado.

─ Pues así me llamo. ¿Cuál es el problema? ─Sus susurros prendían cada fibra del cuerpo de la escocesa, no era de hierro para soportar todo esto.

─ Señora Warwick. ─Gimió Jennie antes de apretar los dientes y sus puños, si volteaba el rostro sólo unos centímetros, podría besarla como en sus sueños─. Señora Warwick. ¿Qué es todo esto? ¿Por qué hace esto? ─Se le quebró la voz, por supuesto que quería más, todo de ella si era posible, pero no podía y eso dolía─. ¿Por qué si sabe que no se puede?

─ Créame que aún sabiendo que no se puede, es lo que deseo. ¿Es realmente el ser humano
el que tiene poder para prohibir los sentimientos del corazón? ─Rosé le hizo cariño en la nuca, teniendo la misma sensación de tranquilidad y ternura que cuando lo hacía con Kim─. Yo no soy como las demás personas de la nobleza y eso debe bastarle, no tengo prejuicios ante los sentimientos. Así que por favor, ─susurró con necesidad─ crea en mis palabras, yo simplemente... ─miró fijamente a la castaña por unos segundos, tenía ganas de rogarle con todas sus fuerzas que la reconociera, pero a diferencia de Kim, a Lethood le era imposible tener recuerdos de lo que pasaría en el futuro, después de todo era eso, futuro.

Flashback

─ Dios, Rosé prométeme una cosa, cuando estés en el pasado y me encuentres, por favor
enamórame. ─Sus ojitos claros ya estaban rojos. ¡Estaba desapareciendo entre sus brazos!

─ Y tú mi amor, cuando quieras encontrarme, por favor, hazme recordarte.

Fin Flashback

─ Simplemente le pido que no me pregunte porque estoy haciendo esto, ni el motivo por el cual he besado su mejilla, tampoco la razón por la cual siento tantos deseos de abrazarla y refugiarme en sus brazos, por favor no me pregunte.

Antes de que Jennie pudiera responderle, la abrazó tan fuerte como sus brazos le dieron abasto, la rodeó completamente por la cintura, mientras la castaña, después de despertar del impacto, la abrazó con ambos brazos, protegiéndola.

─ Señorita Lethood. ¿Puedo pedirle algo?

─ Lo que desee, señora Warwick. ─Jennie respiró profundamente el aroma del cabello de la inglesa, algo así como flores y rosas, quiso gemir de placer y satisfacción, pero sería una falta de respeto para tan delicado ángel─. Sólo dígalo.