─ ¿Cómo es eso de que puedes perder tus poderes? ¿Me podrías explicar?
Después de dejar a la rubia en su casa, ambos se encontraban en una cafetería muy cálida y personal en el centro de Los Ángeles, a veces al coreano le gustaba invitarla para su casa, pero Jisoo siempre se negaba, cuando bromeaba sobre visitarla a su casa, ella se ponía nerviosa. ¿Qué ocultaba? ¿Por qué ahora hacía mención de algo así sobre su poder?
Con los dedos temblando, la muchacha sostuvo su taza de café y bebió de ella lentamente, hablar ahora significaba revelar cosas más que personales, pero ¿quién más sino Mino que podría escucharla en este mundo?
─ Porque... Dios. ─Se acomodó el cabello─. Porque no son para siempre, hay una forma de perderlos y creo que están en peligro. ─El coreano se puso pálido y pestañeo repetidamente, el rostro de la gitana estaba distinto, como si fuese más "humana"─. Estos días me he sentido muy angustiada, he querido un abrazo, un "todo estará bien" o simplemente un "¿Cómo estás?", todo el mundo acude a mí para que le lea las cartas, para que los guíe con consejos, es mi trabajo, no debería quejarme, pero año tras año haciendo lo mismo termina agotando mi alma.
─ Y yo todo este tiempo hablándote de Rosé, agotándote. ─Mino miró su propia taza, pensando que decirle, de un momento a otro se sentía como un imbécil─. Jisoo, yo... de verdad lo siento tanto, no es que no me importes, es sólo que...
─ Necesitabas de mí. ─La pelinegra terminó la frase por él─. No te disculpes por lo que haría cualquier amigo, es que yo también he querido que una persona se preocupe por mí de muchas maneras, para hacer lo que he estado haciendo desde hace años necesito una personalidad fuerte, pero lo supe, el día que llegara esa persona, yo no sería la misma, sólo que no sabía quién era.
─ Dios, Jisoo, me estás poniendo nervioso, por favor habla.
─ ¿Te has preguntado alguna vez si tengo familia? ¿Hermanos? ¿Un padre y una madre? ─Él asintió─. No los tengo, los tuve eso sí, hace muchos años.
─ ¿Fallecieron? ─Tragó saliva─. No quería...
─ El problema no es ese, el problema es que no soy gitana. ─Cuando el asiático frunció el ceño, la muchacha se sintió mal, no quería que pensara mal de ella con todo esto, pero era algo que debía ocurrir─. No lo soy, pero sí tengo un don desde hace muchos años, demasiados tal vez... Y esto se va a acabar.
El coreano cerró los ojos y contó hasta diez para no perder la paciencia, algo malo iba a salir de esta conversación que en un principio se planteó en buenas condiciones. Cuando los abrió y alzó la vista, tuvo la imagen más humana y sencilla de Jisoo, temblaba mirándolo con sus perfectos ojos azules anegados en lágrimas, ella estaba sufriendo y él simplemente no cooperaba aterrándola de esa manera. Estiró su mano sobre la mesa y apretó firmemente el dorso de la mano de la muchacha para brindarle confianza.
Jisoo leyó el mensaje en sus ojos rasgados. ─ Hace muchos años me dijeron que esto no era para siempre, pues llegaría el día en que yo también sentiría emociones, yo también tendría derecho a sentir y cuando cumpliese mi misión, cuando además me enamorara, todo iba a terminar. Años, muchos años ayudando a los demás, tratando de minimizar todo sentimiento en mi corazón para concentrarme en ayudar, años por años sólo para llegar finalmente a Rosé Cavendish.
─ ¿Qué?
─ Llevo años trasladándome de ciudad en ciudad, país por país esperando que llegase el 2014, hasta que llegó ese día, acompañada de Jennie Kim en la tienda donde me encontraba. Me habían dicho que nací para ayudar a dos almas perdidas en el tiempo y cuando las vi supe que eran ellas. No soy gitana Mino. ─Las lágrimas corrían por su enigmático rostro─. Aquello fue sólo para proteger mi don de ver el pasado y el futuro, de leer la mente. No soy gitana, sólo soy una simple muchacha nacida hace mucho tiempo y que está cansándose de las imágenes mentales que tiene. ¿O crees que es muy lindo saber cómo Rosé perdió la vida? De cada persona que viene aquí yo he podido ver lo que piensa y es desagradable, pero lo de Rosé es muy fuerte, no puedo decir el final de Park por su propio destino, pero el de Cavendish fue terrible. ─Miró su taza de café─. Yo... Nací el mismo año en que ella falleció allá en Inglaterra. ─Mino se atragantó con su café poniendo sus ojos más grandes que nunca.
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Between love & time
FanfictionRosé Cavendish, una hermosa jovén que a los 20 años su perfecta vida empezo a volverse un infierno. Los abusos de su padre pronto llegarían a su fin, cuando Rosé desapareciera sin dejar rastros. Jennie Kim, la modelo más codiciada del siglo XXI, ego...