Between love & time

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No podía estar equivocada, sí, era el mismo hombre que había visto saludar a Jennie afuera del hogar donde realizaban las charlas, el hombre que le produjo la misma sensación de desagrado, casi como si corriera peligro. ¿Cómo sabía su nombre? ¿Se lo habría dicho Jennie? Tal vez, pero ¿por qué nombraba Inglaterra como su destino? Aterrador era sentir que no estaba equivocada después de todo.

─ Rosé, yo... ─Taeyang alzó su mano para alcanzarla, pero el coreano se interpuso entre su amiga y él─. Tú de nuevo. ─Masculló.

─ Cállate y sígueme la corriente. ─moduló Mino hacia él, dejándolo estupefacto. ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Qué estaba pasando?─ Sí... así se llama ella, ¿verdad? ¿Quién te ha dicho su nombre?

─ ¿Jennie Kim? ─Taeyang tenía los puños apretados justo para darle un certero golpe en la
cara al coreano. ¿Quién era él para darle órdenes de no hacer lo que se le diera la gana? No le gustaba hablar en códigos sin entender la situación.

─ ¿La famosa Jennie Kim? ¿La modelo y actriz? Ah es cierto, va con Rosé en el mismo hogar donde realizan charlas y en el hogar de ancianos para realizar labores comunitarias, te la debe haber mostrador por fotos.

─ ¿Perdón? Pero creo que...

─ Sería bueno que la llamaras y le dijeras que has visto a su nueva amiga, explícale la
situación. ─Mino sonreía de oreja a oreja, si pudiera hacer algo distinto de lo que estudiaba, sería un gran actor─. Nos vemos.

La rubia fue abrazada por el coreano antes de que le sostuviera la mano y caminara rápido hacia la salida del parque, no pudo evitar mirar hacia atrás al hombre de ojos claros, algo lo había descolocado. ¿Había sido grosera en no darle el saludo? ¡No era culpa suya que Jennie hablase de ella con otras personas! Quería retroceder y decirle adiós, pero ya era tarde, Mino había parado un taxi y con ella ingresaron sin esperar un segundo.

Por su parte el turco tenía las venas del brazo dilatadas con la sangre que corría por ellas, estaba profundamente molesto con el "chino" y consigo mismo. ¿Es que acaso no tenía valor suficiente para preguntarle de frente qué estaba pasando? Se sentía herido, Rosé no le había dicho un hola o un adiós, parecía incluso aterrada con su presencia, no lo había defendido, se había quedado callada de forma absoluta. Gimió mirando el cielo y con deseos de llorar. ¡Rosé estaba de vuelta! ¿Lo sabría Jennie? ¿Se lo habría ocultado?

Taeyang miró su teléfono móvil en busca del número de su amiga.

─ Vamos a averiguarlo de inmediato. No puedes ser una infeliz Jennie, no tú, mi mejor amiga, no de nuevo. ─Después de tres largos tonos se escuchó una voz ronca al otro lado─. ¿Jennie? ¿Qué te pasó? Te escuchas bastante extraña.

─ Estoy resfriada, apenas he comido y dormido estos días tratando de conseguir de nuevo trabajo. ¿Sucedió algo?

─ Espérame en tu departamento, tengo que conversar contigo de algo muy importante.
─Antes de que la castaña pudiese contestar, él turco cortó la llamada, sólo viéndola de frente sabría si mentía o no respecto a lo que estaba pasando.

Salió por el mismo camino donde vio desaparecer a Rosé y su amigo, un taxi lo haría llegar en menos de diez minutos al sector donde vivía su mejor amiga. ¿La seguiría llamando de esta forma después de charlar?

Jennie por su parte caminaba de un lado a otro dentro del departamento, no sabía que cosas quería hablar su amigo turco, pero era evidente que no era en son de paz. Buscó algo para servirle cuando llegara, tenía whisky, variedades de alcohol infinitas que no había tenido deseos de probar siquiera una gota, no después del accidente donde estuvo embriagada. ¿Tal vez café? ¿Un té?
Cuando apoyó el cuerpo sobre la superficie de mármol negra de la cocina, se le pasó por la cabeza que tal vez había recuperado la memoria de su vida pasada siendo Adam. Pánico recorrió toda su columna hasta hacerla temblar, había prometido internamente no mezclar al infeliz de Adam con Taeyang, pero ¿y sí él la veía como a una insignificante campesina, otra vez?