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Mientras caminaba por el salón del trono, sentía todas las miradas caer sobre ella. Jamás en su vida se había sentido tan limpia. 

Aquel vestido azul cian de hombros caídos le quedaba perfecto. Sus hermanos la esperaban al final de la sala con un trono enorme tras Bren y seis más pequeños, tres a cada lado del mayor, los seis la miraban sonrientes, unos más, otros menos... Pero aún así disfrutaban viendo caminar a su pequeña hermana hacia ellos, para convertirse en princesa escudera.

Fue entonces cuando Bren se dio cuenta de que no era una niña, era una mujer completa. Cada vez que iba a visitarlo a su campamento durante las redadas para que Repton volviera, se sentía mejor con la situación. No importaba lo gravemente herido que estuviera, verla caminar hacia él, venir a pasar su tiempo con él, haría que todo fuera mejor. Jensen no llegaría a disfrutar viéndola trabajar como esclava o que siguiera como cazarrecompensas. Serkvit recordó como se ponía tímido y nervioso a su alrededor, especialmente cuando la risa salía de la boca de la chica mientras bromeaba con él. Aunque, por lo general, se mostraba confiado y coqueto con las chicas, pero cuando se trataba de ella, todo parecía desaparecer y solo esperaría que lo hiciera sonreír de nuevo. Gurdsid siempre había llegado a disfrutar tocando música con ella y estar juntos a solas. Ver lo buena que te era tocando un instrumento gracias a él y como ambos hacían música hermosa juntos. Olav no podía evitar soltar alguna lágrima que otra, recordando como se llegaron a conocer: Era la primera vez que la veía dentro del campamento y en el instante en que se acercó para saludarlo con una sonrisa y entregarle un cuenco de agua para que se limpiara, fue cuando sintió que aquella niña sería especial. La protegería con su vida. Y por último, Ivar se dio cuenta de que estaba enamorado de ti al notar cómo realmente se preocupaba y entendía sus sentimientos, Ivar debido a sus problemas con las piernas siempre había sido humillado, por eso cuando ella no lo hizo él sintió algo especial, algo puro por ella. Tenerla cerca de él, pasar su tiempo solo escuchándolo y hablar con él, además de ser los pocos que lo hacían reír y sentirse más cómodo, haría que se enamorara de ella.

-Hermanos- dijo una vez llegó hasta donde ellos.

-Hermana- Bren estaba asombrado, ¿cuándo su hermanita se había hecho una mujer? Su boca cae y se queda en silencio, simplemente tomando su mano y haciéndola girar, de manera en que el vestido parece hacerla brillar tan angelicalmente. Las palabras no pueden expresar lo que siente, así que lo muestra a través de sus ojos, besando su frente suavemente. Quiere recordarle lo hermosa y maravillosa que es, pero parece que no puede encontrar la oración correcta para decirlo. Jensen trataba desesperadamente de detener las lágrimas que se le escapan de los ojos cuando la vio, ya eran demasiados recuerdos, en todo ese tiempo atrás no se había detenido a admirar a su hermana. Recordó cuando algunas noches lloraba mientras todos dormían,  él se acercaba a ella para abrazarla y diciéndole que no hay nadie tan buena y valiente como ella, desesperado por encontrar palabras.

Se colocó al lado de Serkvit, a la izquierda de Bren. Serkvit le dedicó una cálida sonrisa, ella le devolvió el gesto. Todos la querían. 

-Como rey de Repton- comenzó a hablar Bren- mis hermanos serán los príncipes y princesa, mis consejeros y consejeros del reino.

Todos los presentes empezaron a aplaudir. 

-Ahora eres princesa.

-Y tú príncipe- se burló ella.

-Una princesa necesita un príncipe para casarse- Serkvit le guiñó un ojo a lo que ella no puedo evitar reír.

-No en mi caso.

Ambos hermanos rieron. Amaban esas bromas.

Llegó la celebración, en el amplio salón las mesas estaban abarrotadas de personas, muchas de ellas estaban ahí para que Repton no les atacara pues ahora, dicho reino, era el más poderoso y fuerte. 

-Mi princesa...- aquella voz.

Eyra se giró encontrándose con los hermosos ojos de Ivar, tenía que admitirlo, Ivar siempre había tenido unos ojos azules tan profundos y claros que podría ver el alma de todos quienes se le quedara mirando.

-Ivar, no hace falta que me trates así- rió.

-¿Eres princesa? Tendré que tratarte como tal- hizo una reverencia lo que hizo que sus hermanos y ella rieran.

Pero dejaron de reír los varones, haciendo que la joven se quedara confusa. ¿Qué había pasado?

-¿Chicos?- ninguno respondió- miraban a un punto específico o mejor dicho alguien en particular... -¿Ocurre algo?

Bren se levantó arrastrando la silla con él, sus hermanos lo imitaron. La confusión ahora era aún mayor.

Un enano se levantó de su asiento y salió de la sala, ya había visto lo suficiente. Debía de informar a su rey de que su amada estaba viva.

My Inmortal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora