My Inmortal.

C.6

-¡Eyra, despierta!- abrió los ojos al escuchar como alguien la llamaba, Bren la miraba asustado.

Al abrir los ojos la tierra la tragó y con un duro golpe cayó al suelo. Madera, eran tablones de madera... ¿Dónde estaba? ¿Qué manera de despertar era esa?

-¡Eyra!- se giró viendo a su hermano.

-¡Bren!

Rápidamente los trasgos llegaron a ellos. Varios trasgos agarraron a la chica de los brazos mientras forcejeaba por librarse de sus agarres.

-¡Soltadla!- gritaba Bren- ¡Eyra!

Eyra golpeó a uno de los trasgos en la cara con su pierna derecha, a consecuencia de eso un trasgo al cual le faltaba una oreja la golpeó en la mejilla, causando una herida de la cual un hilo rojo de sangre comenzó a salir.

-¡No la toquéis!- exclamó Bofur quien había visto aquel golpe.

Uno a uno los fueron agarraron y con brusquedad los llevaron ante su rey. Un enorme trasgo gordo sentado en un trono, viéndolos como su próxima comida. Los trasgos comenzaron a desarmarlos arrojando sus armas al suelo. Eyra se movía intentando liberarse pero otra repugnante criatura de esas la golpeó, esta vez en el estómago, haciendo que cayera de rodillas debido al dolor. Pero aún así no emitió ningún alarido o gemido de dolor.

-¡No vuelvas a tocarla!- gritó Kili al ver aquello.

-¡Silencio!- exclamó el rey trasgo.

Bren y Eyra se miraron con temor en los ojos, no podían ser descubiertos o aquel sería el final de ambos. Ella agachó la cabeza, dejando que el cabello suelto de la trenza deshecha cubriera su cabeza, Bren se colocó de rodilla simulando ser otro enano. Los dos hermanos se acercaron más al grupo y se camuflaron entre ellos.

-¿Qué ocurre?- Bofur le preguntó al ver a la chica nerviosa.

-No deben reconocernos, si lo hacen Bren y yo estaremos muertos.

Bofur vio el miedo en el rostro de ambos, eran demasiados trasgos y ni él mismo sabía si saldrían con vida de allí.

-Haremos lo que sea para impedirlo...- le susurró Gloin, quien había oído la pequeña conversación.

Eyra miró a Bren y Bren a ella, ambos dieron un asentimiento, ambos tranquilizándose.

-¿Quién sería tan atrevido como para venir con armas a mi reino?- el rey trasgo miró las armas en el suelo- ¿Espías? ¿Ladrones? ¿Asesinos?- miró a la compañía sin descubrir a Eyra y Bren.

-Enanos, su malevolencia.

-¿Enanos?

-Los hemos encontrado en el porche- habló el mismo trasgo.

-¿Y qué hacéis ahí parados? ¡Registradlos! ¡De arriba abajo!

Los trasgos comenzaron a registrarlos y entonces levantaron a Bren.

-¡Levanta escoria!- le gritó uno de aquellos repugnantes trasgos al cual le faltaba un ojo.

El rey trasgo miró atento a la escena, una horrible sonrisa asomó en su rostro. Lo había reconocido. Eyra alzó la cabeza viendo como su hermano ahora estaba en pie y se notaba la gran diferencia de estatura, él la miró y articuló un "tranquila" con sus labios. El odioso rey la vio, y su sonrisa se ensanchó aún más. La tenía, tenía a la gran cazarrecompensas. Era suya, al igual que la recompensa por su cabeza.

-¿Qué hacéis por estos lares? ¿A dónde vais con dos cazarrecompensas? ¡Hablad!- al decir eso Eyra apretó la mandíbula y Bren cerró los puños con fuerza .