C.12

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Eyra llegó rápidamente al Bosque Negro. Esperaba poder razonar con los elfos y que los ayudasen. Sabía que sería difícil tratar con ellos pero estaba segura de que iba a conseguirlo.

Se bajó del caballo dejándolo en la entrada del bosque, no lo iba a meter dentro.

-Gracias amigo, puedes volver con tu dueño- lo acarició- Espero que Beorn pueda perdonarme...

Se alejó del oscuro animal y entró al bosque, seguiría el camino élfico.

Cada vez el camino era más difícil de seguir hasta que... Se perdió.

Caminó lentamente con sus dagas en mano, preparada para defenderse de cualquier peligro. Algo la tiró al suelo, de bruces.

Se levantó veloz mirando a su alrededor, nada.

-Si te mueves disparo- dijo una voz familiar a sus espaldas.

-¿Serás capaz de disparar a tu mejor amiga?- el elfo bajó el arco y la flecha con la que la estaba apuntando.

-¿Eyra?- se giró lentamente.

-Hola Legolas.

El elfo sonrió ampliamente, guardó sus armas y abrazó a su amiga. La había extrañado tanto... Cuando no volvió pensó en que algo malo le había ocurrido y que nunca volvería a verla, pero allí estaba ella. Radiando alegría por todas partes.

-¿Qué haces aquí? ¿Has terminado ya el trabajo? ¿Te quedarás aquí?- dijo una vez que deshicieron el abrazo- Jensen llegó hace unos meses con una carta para el rey...

-¿Jensen está aquí?- el elfo asintió.

-Eyra, dime, ¿qué pasa?

-Vengo en busca de ayuda, Legolas, necesito tú ayuda... Por favor- suplicó.

-Claro, te daré toda la ayuda que necesites...

Eyra se lanzó nuevamente a sus brazos, rodeando con sus brazos el torso de él, Legolas se sorprendió y la atrajo más hacia él.

-Tienes que decirme qué ocurre.

Se separaron.

-¿Seguís odiando a los enanos?- Legolas la vio confuso.

-Ven conmigo, hablemos con mi Ada- agarró su mano entrelazándola con la suya y plantó un beso en su mano.

Finalmente, la compañía llegó al Bosque Negro. Allí vieron el caballo marrón de Beorn, el que había cogido la chica.

-Eyra ha llegado- afirmó Bren bajándose de su caballo.

-Así es- Gandalf se bajó del animal, caminando hacia el bosque- La puerta élfica, aquí está el camino que atraviesa el Bosque Negro.

-Ni rastro de los orcos- dijo Dwalin- la suerte está con nosotros- se bajó del pony.

-¡Soltad los pony! ¡Que vuelvan con su dueño!- mandó el mago.

-Este bosque está... enfermo- Bilbo caminó hacia el mago- Es como si una enfermedad lo asolara... ¿No hay otro camino?

-Sí, tenemos que desviarnos 200 millas al norte o el doble al sur- contestó Gandalf.

Caminó un poco más al interior del bosque. La voz de la Dama de Lothlórien llegó a su mente.

"Algo se mueve entre las sombras sin ser visto, burlando nuestras miradas. Cada día cobra más fuerza. Cuidado con el nigromante, no es lo que parece."

Gandalf apartó unas ramas viendo un símbolo dibujado en rojo.

"Si el enemigo ha regresado, hemos de saberlo. Ve a las tumbas de las montañas."

My Inmortal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora