Los enanos y Bilbo entraron a la casa de Bardo por el agua, mientras que Bren caminaba tras el arquero, pisando sus talones iba Eyra, quien desde que había despertado no había articulado palabra alguna. Estaba metida en sus pensamientos, ignorando a todos.
Salieron del retrete de la casa de Bardo quejándose, estaban asqueados . Al entrar Eyra pasó sin mirar a nadie y se colocó delante del fuego, viendo el hermoso baile de las llamas.
-Ten- Bardo se acercó a ella extendiéndole una gruesa manta de color marrón. Eyra fijó sus ojos en la manta, la agarró volviendo a mirar el fuego.
Thorin la miraba en la distancia, estaba preocupado por ella, pero no sabía qué hacer.
-Habla con ella- le dijo Balin acercándose al rey- Te necesita.
-No es el momento, tenemos que centrarnos en la montaña- respondió Thorin sin despegar la vista de ella.
-Porque hables con ella un poco no pasará nada, la montaña no se va a mover- dijo Balin colocando su mano en el hombro de su compañero.
La vio sentarse delante de las llamas, dejando la manta a un lado. Thorin suspiró y bajo la atenta mirada de la Compañía caminó hacia la joven. Al llegar junto a ella, respiró con profundidad y se sentó, dejando la manta entre ellos. La vio tiritar de frío pero parecía no importarle. Thorin frunció el ceño, agarró la manta y le echó sobre los hombros de ella, consiguiendo que la chica lo miraba con aquellos ojos tan azules como el cielo.
-¿Cómo te encuentras?- finalmente preguntó.
-No sabría decirte...- su voz sonó como un susurro- Por un lado bien y por otro...mal.
-Quiero que sepas que estoy, bueno, estamos para ti... Todos y queremos que estés bien- ella sonrió levemente alargando su mano hasta posarse sobre la cálida mejilla del enano. Thorin se sorprendió, pero dejó que su delicada mano lo acariciase con amor.
-Gracias Thorin- habló bajo mientras que el nombrado sonreía.
-Puede que no os quede bien, pero al menos estaréis abrigados- dijo Bardo mientras su hija pequeña, Tilda repartía más mantas y ropas de abrigo.
Bren miró a su hermana, quien se encontraba con la cabeza en las piernas del rey enano, con los ojos cerrados y su respiración tranquila. Se había quedado dormida. Thorin acariciaba el cabello dorado de la joven.
-Parece que dentro de poco seremos familia- se acercaron Fili y Kili a Bren.
-Eso parece- dijo con una leve sonrisa.
-Bren... ¿Cuánta probabilidad hay de que ese tal Ivar vuelva?- El rubio miró a ambos hermanos y suspiró.
-Si Ivar se entera de que está viva y la encuentra... Sólo se centrará en una cosa- Bofur se acercó al trío- Se centrará en Eyra y no parará hasta que no vuelva a tenerla con él.
-Creo que lo mejor será que no saquemos ese tema con ella presente y nos centremos en la montaña- opinó Balin cansado.
-Sí, será lo mejor.
La joven cayó rendida en sueño mientras el rey enano acariciaba su cabello aún húmedo con delicadeza. Una pequeña sonrisa asomó por los rosas labios de la joven, Thorin sonrió al ver aquello pues pensó que sus sueños estarían siendo dulces y que probablemente estaría soñando con un futuro junto a él, como en muchas ocasiones había soñado el enano. Deseaba recuperar su montaña para convertirla en su reina y así estar juntos por siempre, sin que nada ni nadie los pudiera separar. Ni siquiera ese tal Ivar.
Ivar.
Con sólo recordar el nombre de aquel muchacho se le erizaba la piel y un horrible escalofrío recorría su columna. Pero por suerte, ese hombre estaba muerto, por mucho que Eyra dijese lo contrario.
-¿Thorin?- Balin se acercó a su amigo quién aún sonreía.
-Mírala, está sonriendo.
Balin se inclinó para ver a la rubia con una leve sonrisa, aquel acto hizo que los presentes se sintieran mejor sabiendo que aún ella podía sonreír. En especial Bren.
-¿Con qué estará soñando?- preguntó Thorin- ¿Puede ser con su antiguo hogar? ¿Con buenos momentos con sus hermanos? ¿Soñará con un futuro tranquilo, rodeada de hijos en un palacio?
Balin miró a su rey confundido.
-¿En un palacio?
-Sí, siendo reina... Mi reina. ¿Estará soñando conmigo? ¿Con nuestra futura boda?
Bren al oír aquellas palabras del rey enano sintió pena, sabía de los pequeños sentimientos de su hermana hacia él, pero sabía que si Ivar estaba vivo dejaría todo por él. Tenía que bajar a Thorin de aquella nube, de la historia que estaba montando en su cabeza.
-O puede que esté soñando con Ivar...- murmuró lo suficientemente alto para ser oído por todos.
El silencio se hizo y Thorin eliminó su sonrisa mientras que ella la seguía manteniendo. No había pensado en eso, pero no, ella no estaría soñando con él, ella no, ella lo amaba a él, ella amaba a su rey.
Aquellos pensamientos se desvanecieron cuando la escuchó susurrar el nombre del hombre al que más odiaba... Los ojos de Thorin se comenzaron a humedecer, sentía como se iba rompiendo por dentro.
Ahí surgió la duda de si ella reinaría con él o no.
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My Inmortal.
أدب الهواة"-Quiero estar contigo a pesar de las peleas, llantos, risas, besos, celos... Lo único que quiero es estar a tu lado en todo momento y hacerte sonreír. Siempre juntos, así que... ¿Qué me dices? ¿Quieres emprender una aventura hacia el amor conmigo? ...