Aventuras

De Regreso

...encontre un cartel que decía.

"Bienvenidos a Althurn"

Sebastian: no, no , ¡NO!

Señora: que sucede muchacho.

Sebastian: este lugar, este maldito lugar me sigue atormentando, este no es el lugar al que queria llegar.

Señora: cuando el bus vuelva a la autopista podremos salir de aquí.

Sebastian: ¿no lo entiende verdad? Este lugar está maldito, no nos podremos ir.

La niebla comenzaba a desaparecer y a lo lejos se podía ver el pueblo, ese maldito pueblo que me había quitado a mi mejor amigo, a mi unica esperanza de vida.

Chofer: vuelvan todos al autobus, vamos a volver a la ruta.

Ya estabamos todos arriba, el chofer se disponía a arrancar el bus pero este no partía, la bateria estaba muerta, por suerte tenía un arrancador, es una bateria pequeña pero que servía para arrancar los vehículos cuando se quedaban sin carga, pasaron unos minutos y el bus segía sin partir, la desesperación se comenzaba a apoderar de mi, aquel pueblo cada vez se hacia mas grande.

Chofer: ire por ayuda al pueblo, veré si alguien nos puede auxiliar con corriente.

A lo lejos se ve la luz de un vehículo, de pronto se vuelven dos y se coloca uno por delante del bus y el otro en la parte trasera, se baja un hombre de una de las camionetas que llegaron, camina al bus y platica con el chofer, le ofrecen ayuda y cuando sube me mira, se quedó con la mirada fija en mi por unos minutos mientras seguia platicando con el chofer. La respiración se me acelera al igual que mi corazón, no puedo decir palabra alguna pues lo unico que sale de mi boca es un balbuceo, me sudan las manos y lo único que puedo hacer es estar sentado y mirar hacia el frente o por la ventana. El hombre se baja del bus, ya me siento un poco mas calmado pero una mujer se sube y camina hacia mi, la tension es tanta en el ambiente que ni una mosca podía zumbar.

Mujer: Hola Matias, no esperaba que volvieras tan pronto, vamos te esta esperando.

Sabía que en ese momento todo había terminado, iba a terminar igual que Hernan cuando el bus retomara la ruta, comencé a idear un plan para salir corriendo, no importaba hacia donde fuese a parar, solo queria salir de allí cuando antes, mis piernas no responden y la mujer se comienza a desesperar, me grita que baje del bus y las amenazas no se hacen esperar, la señora que en todo momento estaba atenta a lo que estaba pasando se levanta de su asiento e increpa a la mujer, la cual la empuja de vuelta a su lugar, despues de unos minutos se sube el mismo hombre de antes, pero esta vez con una escopeta en sus manos, va hasta mi asiento y me apunta con el arma.

Hombre: te bajas del bus o lo hacemos nosotros, tu decides.

Intentaba levantarme, pero las piernas no me respondían, el sujeto me volvió a apuntar con la escopeta y comencé a llorar, las lagrimas no paraban y seguía sin poder hablar, me tomaron de los brazos y me sacaron cargando del bus, me subieron a una de las camionetas, me dejaron sentado y cerraron las puertas, el bus se puso en marcha y nosotros nos quedamos en la ruta por unos minutos. Seguía llorando y no podía dejar de pensar en que matarían en ese lugar, siempre pasaba por mi mente lo peor, no dejaba de rocardar la escopeta frente a mi rostro.

Hombre: ya calmate muchacho, no te haremos nada.

Mujer: como quieres que se calme si todo el tiempo le apuntaste a su cabeza con esa arma.

Hombre: que va, no fue para tanto.

Mujer: es hora de volver, les encantara saber que Matias ha vuelto.

La camioneta se puso en marcha, sabia que al llegar me podría suceder lo mismo que a "***" y ya no volveria a salir, no paso mucho tiempo para que la camioneta se detuviera y me obligaran a bajar. Me llevaron a la estación de policía y me metieron a una celda que estaba muy oscura, me dijeron que pasaria allí un par de días hasta que decidiera que hacer conmigo.

Sebastian: ¿hay alguien aquí?

Voz: si ¿quien eres?

Sebastian: aquí me conocen como Matias.

Voz: Seba ¿eres tu?

Continuara.....