Vacaciones de Invierno (Part. 2)

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Ese día nos quedamos en la cabaña del abuelo de Hernán, al caer la noche nos dirigimos a un espacio de la cabaña el cual era muy amplio y en medio de la habitación había una fogata.

José: Hola niños, vengan vamos a encender la fogata.

Hernán: Vamos Seba, será divertido.

Una vez que encendieron la fogata todos los que estábamos en la cabaña se sentaron alrededor de esta, incluso los empleados que en ese momento estaban presente estaban ansiosos por sentarse alrededor, cada dos noches encendían la fogata y se contaban historias tanto de terror como chistes y anécdotas.

José: Recuerden que hay niños aquí y no pueden contar historias que los asuste demasiado.

Empleados: Si Señor.

Empleado 1: Se cuenta que en estos bosques vivía un hombre, un hombre muy extraño al decir verdad.

Empleado 2: No digas tonteras, tú nunca hablaste con él, no te gustaba su apariencia...

Empleado 1: Ya arruinaste todo, gracias (sarcasmo).

Empleado 3: ya no peleen asustaran a los niños.

Empleados 1y2: Lo sentimos.

Empleado 4: Yo tengo una historia que me gustaría contar.

Había una vez, unos niños que Vivían en esta cabaña, no diré sus nombres pero solos se delataran, La niña era muy miedosa y el niño era un chico que no le tenía miedo a nada, siempre salían de la cabaña y caminaban a través del túnel, el cual da hacia la otra cabaña, un día los niños salieron de noche, atravesaron el túnel para buscar lo que para ellos parecía un tesoro escondido, La verdad es que el mapa que ellos poseían eran unos planos de construcción, fueron con palas y picotas, un par de faroles y comida.

Empezaron a excavar comenzó a salir agua del piso, cuando esto sucedió el niño quería seguir excavando pero la tierra que estaba debajo de él empezó a ceder hasta el punto en que el niño ya no podía sacar los pies, La niña no lo pudo sacar, no era lo suficientemente fuerte como para tirarlo y sacarlo de la tierra.

La niña desesperada fue a buscar ayuda, pero ella no salió por el lado correcto de la cueva y se comenzó a desesperar, al no ver la cabaña la niña lanzo una bengala al cielo, una bengala de color amarillo, la cual usan los esquiadores para avisar que tienen problemas y necesitan ayuda. El padre se dirigió al lugar en donde se encontraban los niños y cuando llegó su hijo estaba a punto de desaparecer entre la tierra y el agua, mientras tomaba al niño de los brazos le pidió a su hija que fuera a buscar ayuda a la cabaña y que les pidiera una soga, cuando la niña iba corriendo por el túnel aparecieron los empleados de la cabaña con unas sogas y más faroles, llegaron a donde estaba el niño, solo se le veía la cabeza, todos comenzaron a excavar con las manos, hasta el momento en que se le pudo ver los brazos, le pasaron la soga entre y lo tiraron entre todos para sacarlo de la tierra, lo único que pudieron hacer fue sacarlo hasta la cadera, la presión era tan fuerte que mientras más tiraban más se enterraba en la arena, ante la desesperación todos volvieron a excavar alrededor del niño hasta que lo pudieron sacar, al día siguiente fueron a revisar la fosa que habia quedado y estaba llena de agua, llamaron a una excavadora para que la agrandar, hicieron una fosa tan grande que cuando trataron poner una roca para ver si es que se hundía, no se podía ver, la luz de los faroles no eran lo suficientemente fuertes como para ver al interior del agua. Explotaron el techo de la cueva por encima del pozo, cuando se pudo ver las rocas que habían en el pozo pudieron ver que no se hundieron, pero el agua salía caliente, movieron las rocas, trataron de dejarlas lo más liso posible pero si lo hacían, el agua no podría salir a la superficie, le arrojaron la tierra que habían sacado y así poder aplanar la superficie, desde ese momento él pozo ha permanecido escondido de las personas, para que nadie lo utilizara, unos turistas curiosos se adentraron en la cueva y cuando se metieron en el agua apareció un hombre el cual lastimo a uno de ellos y los dejo ir con una advertencia, se dice que el hombre cuida el lugar por las noches para que nadie sufra un accidente.

Empleado 1: Se dice que el hombre murió hace más de diez años y su alma sigue espantando a los turistas curiosos que se adentran en la cueva si mal no me acuerdo su nombre era Hank.

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