Sefrai: La bruja de la noche

Extra: La muerte de la princesa Any

El castillo se había quemado, eso observé desde lo alto de las montañas donde cargaba a Konrad dormido al mismo tiempo que lideraba a mi ejército para que las guardianas no destruyeran por completo el reino.

Como Any no aceptó el trato de Gea —gracias a que nosotros no aceptamos que ella tuviera que morir—, la guerra siguió en marcha. Danaé me ha ayudado bastante controlando a sus compañeras, pero las brujas que se unieron a la batalla están llenas de rencor y odio. No se limitan a lo que dicen las Diosas, comenzaron a matar.

Si tan solo Joan no nos hubiera traicionado también hubiera llegado a un trato con él. Nosotros haríamos la verdadera paz, no como la mentira de las Diosas.

Me preocupó que Any estuviera en el castillo, por lo que miré a un chico al lado mío, quien fácilmente podría considerar un amigo mío.

—Zack, necesito asegurarme que la princesa está bien. ¿Puedes controlar esto un rato? —pregunté recostando a Konrad en mi pecho para poder llevarlo mejor.

—Sí señor.

—Bien, enseguida vuelvo.

Después de eso lo que hice fue saltar de la montaña, me convertí en un espectro de oscuridad que cargaba a un bebé. Moverse siendo una simple sombra era más fácil, sin embargo, me desconcentre por un segundo cuando sentí que mi pecho se suprimía. Por alguna razón, sentí que algo le había pasado a Any por lo que empecé a ir más rápido hasta llegar al boque del castillo donde dejé de ser una sombra para volver a mi cuerpo físico. Me aseguré de que Konrad estuviera bien. Caminé hasta acercarme más al castillo donde empecé a escuchar a mi amiga Danaé llorar; eso solo causó que yo no quisiera seguir caminando. Estábamos en una guerra desde hace mucho tiempo, sin embargo, jamás sentí tanto miedo de lo que pudiera pasar como en este momento. No quería acercarme cuando los gritos de sufrimiento de Danaé eran más fuertes. Sabía que mi amiga no lloraba por ella, si no por alguien más. Sin notarlo varias lágrimas comenzaron a caer de mis ojos. Sentí como mi corazón dolía, no quería aceptarlo, sin embargo, al acercarme por fin a mi amiga vi lo que no quería.

En los brazos de Danaé yacía el cuerpo muerto de la princesa Any. La sangre de su cuerpo corría por su cuerpo y manchaba las manos de mi amiga quien al parecer intentó salvarla a pesar de que era demasiado tarde para algo así. Yo empecé a llorar más de lo que debería. Danaé se tiró al suelo mientras gritaba de dolor, Any había muerto en sus brazos y eso le había lastimado más que cualquier herida en esta batalla, se revolcó en el suelo, pataleo con la esperanza de que algo pasara o quizá solo por desesperación mientras decía a sí misma "Any no esta muerta, ella no, ella no". Yo conservé la calma, lo único que pasaba conmigo era que de mis ojos corrían lágrimas sin parar, pero yo sabía que esto podía pasar. Por eso lo acepté o al menos esa pensaba hasta que el niño que traía en brazos despertó y vio a su mamá tirada en el suelo mientras Danaé tomaba su mano con fuerza. El niño sin poder pronunciar del todo bien las palabras habló.

—¿Mami no se levanta?

En ese momento Danaé y yo nos callamos. Y por alguna razón en ese momento me rompí, me tiré al suelo después de bajar a Konrad de mis brazos y me acerqué al cuerpo de Any. Acaricié su tierna mejilla por última vez y después lloré en su pecho con la esperanza de que volviera a la vida. Quería que abrazara, quería que se levantara a besarme por última vez, quería que me dijera lo cuánto me amaba. Debí escapar con ella en su momento, pero no lo hice. Empecé a gemir por el sufrimiento, no quería, no podía aceptar que la mujer que amaba estaba muerta.

Any... por favor despierta.

¿Cómo están? Yo muy bien por este regalito de  , muchas gracias, de verdad. 

<3