CAUTELOSOS [ En Edición ]

CAPITULO 19 "Un día normal"

HADES WORSTED

Después de la gala y al fin concordar la alianza, me obligaron a llevar a una de las amigas de mi hermana, a algún hotel ya que no quería "incomodar" en la mansión; levamos una hora en el auto con destino a uno de los hoteles más lujosos de Roma, claro que no la dejaríamos en cualquier lugar aunque ella quisiera mi hermana es tan testaruda que ya reservo en la suite.

Ava es una chica muy hermosa con sus ojos color miel los cuales se hacen notar por sus largas pestañas, unas cejas y nariz muy finas, sus labios rosados naturales en forma de corazón y ese cabello castaño liso ufff, he visto y convivido con demasiadas chicas pero jamás conocí a una con tal belleza.

Volteo a verla, tiene un brazo recostado en la ventana mientras mira las calles.

Cada que la veo está leyendo un libro, o perdida en algún lado, eh notado que habla poco no es tan sociable y cuando tiende a hablar con profesores o así se pone nerviosa.

Bueno no es que la observe mucho, llegamos a la entrada del hotel me bajo y el parquin recibe mis llaves mientras le abre la puerta al copiloto. Ella baja con su vestido rosa pastel que resalta sus curvas y busto.

Sacudo la cabeza eh empiezo a caminar, cuando llego a la recepción índico la reservación y me dan las llaves, sigo caminando sin percatarme de que Ava me siga.

Antes de que llegue al asesor escucho el quejido de dolor detrás de mí, volteo y veo a Ava sobándose el tobillo con disgusto, al parecer su tacón se rompió y eso provoco que se cortara un poco la piel.

-vamos – digo, agarra sus tacones mientras paso una mano por detrás de su espalda y otra debajo de sus rodillas.

Rápidamente el rosado invade sus cachetes y abre los ojos sorprendida.

-qué haces – tartamudea

-te llevo a tu alcoba no vez – hablo dedicándole una sonrisa coqueta que la hace tragar grueso.

Entro al asesor y presiono el piso de la suite, las puertas se abren y camino directo a la puerta, con un movimiento hago que Ava enrolle sus piernas en mi cintura mientras la sostengo del trasero.

-oye – se queja y la miro haciendo que baje su cabeza avergonzada.

Saco la llave para abrir la puerta, al entrar a esta la pequeña maleta de Ava ya se encuentra y yo me voy directo a la cama para depositarla hay. Cuando termino quedo encima de ella y ella me mira a los ojos con deseo y ansias, mi mirada va de sus ojos a sus labios.

Humedezco mis labios que de pronto están secos y ella abre ligeramente la boca. No me puedo controlar así que sin más me hundo en un beso rudo lleno de deseo, al principio se sorprende pero no demora en darle paso a mi lengua.