CAUTELOSOS [ En Edición ]

CAPITULO 38

Maratón 2/5

AVA BERTURRI

7: 25 A.M -AUSTRALIA / PERTH / MANSIÓN BUNKER LOMBORTE

Me despierto algo temprano ya que estoy acostumbrada a madrugar, ciento el lado derecho de la cama vacío; palmeo buscando el cuerpo de Hades el cual no encuentro y eso me hace abrir los ojos de par en par.

Busco por la habitación pero no hay nada, bostezo pensando que ya debió levantarse aunque bueno el no es de madrugar que digamos.

Me pongo mis pantuflas y camino hacia el baño, me despojo de mi pijama y tomo una ducha tibia y rápida, sepillo mis dientes y arreglo mi cabello en una trenza de pescado.

Aplico mis cremas y me hecho un poco de rímel trasparente, salgo del baño directo al closet donde escojo un vestido rojo con puntitos blancos, manga capa y pecho en forma de U, es como para ir a la playa.

Escojo unas zapatillas blancas y ya arreglada decido bajar.

Al llegar a la cocina veo que solo se encuentran las empleadas y la señora Marcela.

-buenos días Señora – saludo

Ella levanta su rostro del periódico y me dedica una tierna sonrisa – buenos días querida, quieres algo.

-un te, no se preocupen yo lo hago – digo

Las mujeres asienten y como si estuvieran obligadas salen del comedor dejándonos a las dos.

-que extraño – exclamo ante la acción

-oh no es cosa rara, aquí la servidumbre tiene mucho respeto a sus patrones – me explica – por eso son muy callados y parecen robots andantes, asi son los Lomborte.

Frunso el ceño y agarro mi taza para sentarme al frente de mi suegra.

-pareciera que tratamos con la realeza.

Ella rie sutilmente – creeme no es por casualizad el nombre de su organización.

Reimos un poco.

-oye sabes donde esta Hades – pregunto curiosa

-oh si, dejo una nota en la puerta; Dhack, Sathiel y el se fueron a encontrar con un tal Amon y Erick para tratar el tema de anoche en... Madagascar creo.

Mi mente trae la foto de la rubia conocida como Nicole Millan; hay esa arpía es todo menos una mujer, eso lo tengo mas que claro.

-ya veo – chasqueo la lengua – si preguntan estaré enfrente de la piscina leyendo un rato.

Ella asiente con una sonrisa amable y terminando mi te mañanero agarro un libro para sentarme en la orilla de la fuente piscina; como le llama Anaita.