CAUTELOSOS [ En Edición ]

CAPITULO 6 "TRATO"

-malditos – dije cerrando mi casillero con enojo

Ava suelta una risa – nota mental siempre dejar dormir a Angel si no quieres terminar sin alma – habla mientras simulaba escribirlo en el aire.

- muy graciosa, muy graciosa – dije yo

- ya bájale a esos sumos, hoy es otro día y podrás descansar luego –

Antes de que pudiera contestar escuche un grito, cuando logre visualizar a Rebeca corriendo en mi dirección, antes de poder parpadear ya la tengo encima mío revisándome de pies a cabezas.

-que fue eso – pregunta Ava

- como que fue – rueda los ojos – acaso no sabes lo que lleva puesto-

Ava niega con la cabeza y a su lado llega Raquel.

-mira esta fue la última colección de primavera que lanzo Gucci este año, las ventas estuvieron por la nubes y esta selección es exclusiva solo las más importantes personas en el país tienen una – dice con obviedad

-si es verdad, mi padre me la regalo – digo – no es para tanto –

Literalmente la boca de Rebeca cayó al suelo.

-no es para tanto – repite Rebeca –no es para tanto – vuelve a decir acaso no sabes cuánto matarían en esta escuela por esa simple chaqueta – dice 

(UN EJEMPLO DE LA ROPA)

Niego con la cabeza, justamente suena el timbre indicándonos que es hora de la primera clase. Raquel y su hermana se van a su salón y Ava y yo al nuestro.

Cuando entramos al salón ya casi no hay puestos, Ava se sienta en la mitad de una esquina y yo quedo parada buscando un lugar perfecto. Porque si hasta con los lugares soy perfeccionista.

-chica angelical – dice una voz gruesa y varonil que me pone los pelos de punta.

Mi vista capta al emisor de la voz y juro que me puse colorada a ver a Sathiel levantando la mano.

*por qué no me llevas ya Dios*

Pienso, me alentó mentalmente y empiezo a caminar algo desconfiada e incómoda por las miradas que me dan. Cuando llego al último puesto, el ojiazul me dedica una sonrisa amable y se para dándome paso así la silla al lado de la ventana. Frunció el ceño ante su actitud pero no me niego.

No demora en llegar la profesora y comenzar su clase, de pronto un papelito choca contra mi frente aterrizando en la mesa. Levanto la mirada para ver quien fue el desgraciado y veo que Bael quien con señas me dice que lea su contenido.

Desdoblo el papel y allí dice "qué demonios haces", afirmo que la pregunta se refiere al por que me senté aquí justamente al lado del diablo. Agarro mi pluma y le respondo "ay no se capas y no dormir ayer si termina afectando"; vuelo una bolita el papel y espero a que la profesora se distraiga para devolvérselo a mi hermano.