CAPITULO 2 "LA RAZON"

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Sonó mi despertador indicándome que ya eran las siete de la mañana, el vuelo salía a las nueve, pero aun así quería estar lista, me levanté algo perezosa y me metía a mi baño y abrí la regadera.

Luego de unos 20 minutos (soy una demorada por eso me levanto tan temprano) salgo y me pongo mi bata, cojo la muda de ropa que había alistado anoche y me viste.

Tengo un top de terciopelo rojo con escote de corazón y tiras, una pantaloneta negra y una blusa blanca que agarre como saco, juntándolo con unos tenis negros (si había algo que no era del todo santa era en mi forma de vestir).

Tengo un top de terciopelo rojo con escote de corazón y tiras, una pantaloneta negra y una blusa blanca que agarre como saco, juntándolo con unos tenis negros (si había algo que no era del todo santa era en mi forma de vestir)

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Me agarre el cabello en una coleta alta dejando dos mechones afuera, me puse rímel y revise una vez más mis maletas para verificar que todo estuviese en orden, ya con haber visto todo baje a desayunar.

-hola abuela – salude

-hola mi niña como amaneces - dijo ella dándome un vistazo rápido.

-bien, algo emocionada y vos – pregunte sentándome

-como siempre mi niña, con ganas de soportar a tu padre y hermanos.

Reímos ante su comentario, ella seguía preparando unos huevos revueltos, café y jugo de naranja. Unos minutos después bajo mi padre junto a Bael y luego de ellos Hades.

-muy bien chicos estas son las reglas – anuncio mi padre.

Deje mi plato de lado para prestarle atención, a cambio mis hermanos parecían estar en una dimensión distinta.

-número uno; deben de cuidar a su hermana – dijo

Apenas hablo los chicos pusieron atención con algo de disgusto.

-ella ya está grande para que la cuidemos – alego Bael

-por dios padre, si quieres proteger a esa mocosa mándale guardaespaldas o que se yo, pero a nosotros no nos cojas de marionetas – quejo Hades.

-no es mi problema, van a...- no termino lo que iba a decir.

-ojalá me cuidaran, aunque tienen más tiempo para embarazar crías que ver si su hermana está viva – dije en voz baja mirando mi plato.

Pero al parecer se percataron ya que mi padre paro de hablar viendo como iba a mencionar algo, algo que era para mí sola.

El silencio inundo el salón, sentí sus miradas encima mío, sabía muy bien que habían escuchado y me arrepentía una y otra vez de abrir mi boca.

Levante mi mirada y encontré a tres hombres confundidos y a la vez enojados, yo me limite a sonreír como si nada hubiese pasado; como si fuera obra del divino señor lleno nana para servirnos jugo.

-bueno – dijo mi padre tomando algo de su taza – segunda no quiero problemas – entorno sus ojos en mis hermanos, ellos refunfuñaron en lo bajo – y tercero deben de pasar todo el año escolar con las mejores calificaciones – aplaudió – o les quitare la herencia.

CAUTELOSOS [ En Edición ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora