CAPITULO 43

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ATENCIÓN:

Este capítulo es para mayores de edad, si no tienes la edad suficiente para leerlo pero aun así lo harás, no me hago responsable. Ya estas advertido/a.

• QUIETA •

Empiezo a sentir como alguien reparte besos por mi cuello, el sueño va pasando a segundo plano y el calor empieza a inundar mi cuerpo. Poco a poco abro los ojos, la habitación esta oscura excepto por el pequeño rayo de luz lunar, quiero girarme para ver quien me ha despertado; pero cuando intento moverme hacia el otro año, un brazo rodea mi estómago.

-quieta – susurra en mi odio

Un escalofrió recorre mi cuerpo al escuchar la voz de Sathiel; sigue repartiendo besos húmedos por todo mi cuello y continua lambiendo y mordiendo.

-oye...- un gemido sale de mí antes de pronunciar otra cosa

Sathiel mordió muy fuerte, siento sus dientes agarrarse de mi piel y como absorbe para luego soltar.

De seguro eso dejara marca.

Otra vez intento moverme pero como la primera; el me lo impide esta vez atrapando mis piernas con las suyas.

Empieza a meter sus manos en mi camisa, no tengo sostén ya que me incomoda dormir con eso; así que eso le facilita la tarea de acariciar mis pechos, apretando suave mis pezones.

El calor de su cuerpo choca en mi espalda y puedo sentir como respira agitadamente.

Suelto un gemido que es callado por la mano libre de Sathiel, al momento en que apretó fuertemente mi pezón derecho, en todo esto su boca no dejaba mi cuello y eso me empezaba a calentar más.

Me removí en sus brazos, pero como resultado una vez más apretó mi pezón, el dolor y el placer se mezclaban, mi respiración ya a este punto era una mierda y mis ojos empezaban a ver puntitos negros.

-dije que quieta – demando

Su mano empieza a descender por todo mi cuerpo, dejando mi boca para comenzar a acariciar con las yemas de sus dedos. Llega a la liga de mi pantalón y de un tirón termina bajándolo, dándole paso a mi zona intima; que está palpitando con las ganas de recibir atención.

Quita sus piernas mientras da leves roces.

-ábrete – ordena

Como si mi cuerpo tuviera vida propia, mis piernas se separan para que él pueda tener mejor aseso a esa parte.

Separa mis labios vaginales sacándome un jadeo, sus dedos tocan mi botón rojo, dándome placer con sus majases en círculos. Mis mejillas me queman, no dejo de gemir ya que hace mucho no estaba con alguien.

Porque si no soy virgen, los caminos de la vida no.

Con su pulgar sigue atendiendo mi botón y con el dedo índice se hunde dentro de mí, arqueo la espalda ante tal sensación; al entra y sale se le une un dedo más y así empieza a masturbarme rápidamente.

El chapoteo y mis gemidos es lo único que se escucha en la habitación, mis piernas empiezan a temblar, mi vientre se revuelve y mis paredes se contraen alrededor de sus dedos.

-córrete para el diablo, angelita.

Y con eso la liberación llega, parpadeo para volver en mí. El saca sus dedos y por el rabillo del ojo puedo ver como se los lleva a la boca, prueba mis jugos y en el momento de sacar sus dedos me da la vuelta quedando frente a frente.

Atrapa mis labios en un beso lleno de lujuria y deseo, su lengua chocando con la mia, saboreando y descubriendo.

-mañana te doy la pastilla – dice agitado, su mano va a su pantalón liberando la clara erección.

Asiento mis ojos no dejan de ver su polla, traga en seco; gruesa, grande, rosa la punta con pre-semen y algunas venas se marcan en ella.

Carajo ni que fuera a parir.

Se levanta levemente quedando encima de mí, desesperado dirige su punta a mi entrada, sus ojos conectan con los míos y con una negación de cabeza el entiende, yo ya no soy virgen pero aun así no lo he hecho en...algo de años.

Sin rodeos entierra su glande en mi vagina, cierro los ojos al sentir el dolor de como mi carne se extiende. Jadeo y el gruñe, la sensación piel con piel es otro nivel, sale y vuelve a entrar con mayor fuerza.

-¡Ah! – gimoteo, su pelvis empuja una y otra y otra vez más su pene a mi coño.

-chert voz'mi, ty slishkom tugoy – dice en un gruñido

<<Carajo estas muy apretada >>

Abre más mis piernas y sin salir de mi empieza a moverse en un compás de adelante hacia atrás, me retuerzo llena de placer y él pone sus manos en mis caderas para poder enterrarse más rápido y a fondo.

El dolor ya se esfumo y cuando empiezo a gemir sin control; aumenta el ritmo de sus penetraciones, desatando en mí una ola que seguramente se convertirá en mi segundo orgasmo.

Me embiste con dureza, sin miramientos, su cuerpo encaja perfectamente con el mio llevándonos al placer.

Continua aun as cuando empiezo a apretar su polla, me libero y llego al clímax, al mismo tiempo siento como él se corre dentro de mí.

Continua aun as cuando empiezo a apretar su polla, me libero y llego al clímax, al mismo tiempo siento como él se corre dentro de mí

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Lame mi cuello y deja besos en él, gimoteo una vez más al momento en que empieza a salir de mí. Al estar por fuera completamente siento un vacío, la respiración agitada y el sudor me empiezan a pasar factura. El me limpia y se va al baño.

Sathiel se acomoda un rato después, con mi cabeza en su pecho y nuestros pies entrelazados empiezo a quedarme dormida, las caricias en mi cabello y espalda dejándome una sensación abrumadora.

-spokoynoy nochi, malyshka – dice

<<Buenas noches, pequeña entrometida >>

-spokoynoy nochi d'yavol – respondo en su idioma

<<Buenas noches diablo>>

CAUTELOSOS [ En Edición ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora