・꒰🥀୧ 𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕟𝕥𝕠́𝕞𝕖𝕥𝕣𝕠.：La vida se trata de ver quien es el que sobrevive más ante las infamias del universo y una de ellas es el amor, si llega a hipnotizar tú corazón, estas acabado. El amor a primera vista existe, pero también el amor...
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Narrador Interno. [ 🚬 ] Luisardo.
Ya era un nuevo día y estaba muy emocionado, solo unos cuantos días más y al fin podré ver a Nimu y Tiza, pero igual estaba algo estresado por culpa de cambiar mis planes, era muy frustrante el tratar de darle nuevo orden, pero no podía hacer cambios repentinos, ya estaba desesperado, no había dormido toda la noche, se notaban mis ojeras a más no poder, estaba del asco.
Trataba de ocultar aunque fuera las ojeras con maquillaje, pero oh sorpresa, no tenía ni puta idea de como hacerlo, buscaba tuturiales pero no me quedaba, solo suspiraba con recelo y disponer a desayunar algo mientras pensaba en como hacer directo sin que parezca un puto zombie.
─ ¡Ahh, tío, ya no se que hacer...! ─ Trataba de desquitarme con la nada misma y gritar a horas de madrugada, que buen ejemplo doy, gritar en vez de buscar soluciones, oh si.
─ Debí no aceptar la propuesta de Aquino, ahora estoy en embrollos, ¡Maldita sea! ─ Siempre pensaba en soluciones luego de que el problema ya hubiera pasado, odiaba ser un sumiso cada vez que ese chico de ojos castaños me hablaba, era repulsivo pero lindo en cierto modo.
No comprendo, ¿Si se qué el me esta maltratando porqué me dejo?, trataba de buscar respuestas a mi mente corta, pero nada, era un dolor de cabeza todo, tanta presión me daba ganas de llorar sin control, oh dios mío, ¿En qué me esta convirtiendo todo esto?, posiblemente muera antes de saberlo.
Aun procesando todo lo de mi cabeza, me dispuse a hacerme un café cargado, completamente amargo mientras veía un par de vídeos, mayormente mis clips, esos que me hacen recordar lo homosexual y repulsivo que era, nadie sabía lo que guardo por dentro, detrás de ese chico tan imperativo y lleno de chistes, solo estaba alguien que estaba estresado con muchos problemas mentales, nadie lo nota y me alegraba por ello.
Tomando de mi taza donde ya estaba puesto el café caliente, había visto unos cuantos mensajes de Aquino, suspiraba pesadamente, no quería más problemas ni menos mostrar más sumisión ante el, me daba muchas mariposas en mi estómago, valla sentimientos tengo por el, moriría por tener su atención siempre en mi, ¿Masoquista?, quizás sea ese mi problema.
Aun sin responder nada, solo me dispuse a seguir disfrutando de la mañana, bueno, ese era mi objetivo, si no fuese por una repentina llamada, pero no podía hacer nada. Todo por Aquino.
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─ Hey, Aquino, ¿Qué pasa? ─Mi voz estaba de lo más amargada, supongo que el estrés me estaba afectando y no estaba con ganas de fingir mi actitud.
─ Uf, que actitud de mierda tienes hoy, ¿Ah? ─Eso me dejo helado por completo, era muy obvio pero como para que me diera una voz de molestia y repulsión, me daba miedo.
