𝐀𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 [𝚅𝚜𝚘𝚘]

II

Tenía 17 años y era un gran amante de la música razón por la cual decidió prepararse para hacer su ingreso a uno de los institutos de música más prestigiosos de Daegu.

Aquel día estaba componiendo una nueva canción

¡Inspírate en lo que más amas!

Con los ojos cerrados tocaba cada una de las notas, que de alguna manera las sentía solo suyas.

— ¿Escuchó eso profesor? — preguntó cuando lo vió detenerse frente a él, pero no estaba solo, junto a él estaba, el director y otra persona más.

— Fue muy bueno, Tae — dijo, su semblante era serio, no era ese profesor alegre que bromeaba siempre — Necesitamos hablar contigo.

Saliron afuera para hablar con más privacidad.

—¿Qué pasa Hyung? ¡Estas muy pálido! — preguntó para tratar de aligerar la situación mostrando a la vez una sonrisa.

— Necesito que seas fuerte ante esto, Tae — su expresión cambió y la angustia empezó apoderarse.

— Tus padres tuvieron un accidente automovilístico cuando se dirigían a casa — dijo con miedo, con tristeza, pero él solo quedó en shock, no reaccionaba, tenía la vista en un punto fijo.

Ante la terrible situación de sequía que atravesaba el campo, ya no podían cosechar cultivos, aunque tenía una familia medianamente acomodada, la precaria situación económica empezó a surtir efecto, dando paso así a la escasez de lo básico en casa, sus padres salían todas las mañanas a trabajar al pueblo, su mamá ayudaba vendiendo en un puesto en el mercado mientras su padre cargaba quintales de sacos, llegaban muy cansados, pero aún así disfrutaban de sus tiempo libres.

— ¡No puede ser cierto! — exclamó para si mismo tratando de convencerse de que ellos volverán a casa, que ellos estaban esperando en la puerta como siempre — ¿Cómo se encuentran ahora mismo? ¿Dónde están? ¡Necesito verlos!

— Cálmate Taehyung, por favor — habló el hombre desconocido, al parecer un enfermero — Tus padres fueron trasladados al hospital, pero no soportaron la cirugía, habían perdido mucha sangre. Fallecieron.

Su corazón se hizo añicos, su mente no procesaba esa noticia, era imposible.

La negación se apoderó de él y no fue hasta que lo llevaron a reconocer los cuerpos que tuvo que resignarse a perderlos.

La muerte de sus padres quedó impune, a pesar de que se detectó que el hombre que provocó el accidente estaba borracho, la fiscalía prefirió archivar el caso.

Como personas vulnerables y aún siendo menores, el estado se encargó de ellos, hasta que llegó su "tutor"

Su tío, quién los llevó hasta Seúl