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3 años después...
— Mami, mila eto — un pequeño corrió a los brazos de su madre, quien lo alzó a su regazo — Hite ete dibujo.
La joven madre tomó la hoja donde se plasmaba el dibujo hecho por su hijo — ¿Quiénes son mi amor?
— Ete chiquito soy yo — señaló al pequeño gráfico — Esta ele tú — su dedito recorrió al dibujo de la supuesta mujer — y ete es mi papi.
Totalmente paralizada.
— ¡Es her...moso! — tartamudeó — Eres un genio mi vida.
— Mami, un día iremos a ver a mi papito, verdad? — el pequeño no entendía lo difícil que podía ser para su madre tal conversación.
La joven tragó en seco y solo asintió lentamente.
— Mi papi tabaja mucho, pol eso no puede venir, entonces nosotros ilemos a verlo — el pequeño estaba emocionado.
Jisoo sabía que el momento llegaría, de hecho nunca le negó a su hijo conocer a su padre, a través de algunas fotos, y es que el pequeño Taeyang era la copia exacta de su padre, pequeños ojitos rasgados, expresivos y avellanas, naricita respingada y pequeña, cabellito revuelto y una sonrisa cuadrada y radiante que cautivaba a cualquiera.
Jisoo besó la frentecita de su hijo y miró a su gran amiga, Lisa quién había sido testigo de todo.
— ¿Compro los boletos de regreso? — preguntó.
Su amiga asintió.
Era el momento, regresarían.
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— Suerte entonces — el rubio y actualmente gran amigo, Jimin, se levantó del asiento y le dio unas palmaditas.
— Creo que es necesario, han pasado tres años ya — respondió con tristeza.