"Eres la persona correcta, y yo fui el equivocado."
Los vampiros tienen un alma gemela, aquella que cuidará, amará y acompañará al inmortal. Pocas veces es una humana, y son muy escasas las que terminan juntas.
Ella es su compañera, pero la curiosi...
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ii. TIEMPO.
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Los segundos pasaron a ser minutos.
Los minutos en horas.
Las horas en días.
Los días en semanas.
Y las semanas en meses.
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OCTUBRE.
El mes del dolor y la negación.
Octubre fue el mes más duro para Kaia Cullen. El dolor en su pecho solo incrementaba, al igual que su negación hacia la razón de su dolor. Kaia se negaba a aceptar que su dolor era por el abandono de él, y de toda su familia. Ese mes se basó en lo mismo.
Comía cuando se acordaba, aunque no era muy a menudo.
Dormía cuando las pesadillas no la perseguían.
Y salía de su cama para ducharse y deambular por la gran casa vacía.
El primer día en que estuvo sola, Isabella Swan había ido al hogar de la castaña en busca de razones del paradero de la familia de vampiros, pero Kaia ni se molestó en salir de su cuarto. Oyó que la otra humana golpeó la puerta hasta el cansancio, pero no se levantó de su cama. Ni lo haría en semanas.
Ese mes estaba repleto de dolor, pues cada vez que salía de su cuarto, las pocas veces que lo hizo, los recuerdos viajaban a su mente como una película que estaba condenada a repetirse una y otra vez para su martirio. No podía evitar sentirse triste, como si estuviera en un abismo ciego, donde sólo podía dejarse caer por la infinita soledad y oscuridad que tenía a su alrededor. No salió de la casa, ni para ir a la escuela. Tampoco lo haría. No necesitaba la compasión ni el señalamiento de sus compañeros, mucho menos de los directivos. No quería a nadie cerca de ella, no quería que rebuscaran en su miseria alguna pequeña salida de aquel dolor que la estaba consumiendo con lentitud y, sobre todo, que la estaba apagando con la misma rudeza que su dolor en su pecho le estaba ahogando.
Se sentía en una gran pecera, donde el agua no dejaba de salir, y ella estaba siendo tapada por esta, hasta ahogarla por completo.
