"Eres la persona correcta, y yo fui el equivocado."
Los vampiros tienen un alma gemela, aquella que cuidará, amará y acompañará al inmortal. Pocas veces es una humana, y son muy escasas las que terminan juntas.
Ella es su compañera, pero la curiosi...
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IX. BATALLA.
Kaia terminaba de vestirse cuando Will llegó a su casa a buscarla. El plan era sensillo, los Cullen y los lobos lucharían contra el ejército de Neófitos, mientras ambas humanas estarían a salvo en algún lado lejos de la pelea. Kaia estaba un poco descontenta al saber que debería de convivir con la pareja que había querido evitar hasta entonces, pero estaba agradecida de que Will estaría allí con ella, aunque habían discutido por ello.
La castaña salió de su habitación con su mochila colgada al hombro al oír que Billy le llamó. Sus botas negras resonaron por todo el pasillo, hasta llegar a la sala donde Billy y Will le esperaban. Kaia saludó a Will con su mano y se despidió de Billy rápidamente.
-Cuidala, Will.-Le pidió billy.
-Por supuesto. -Dijo Will.
Se montaron en el auto y fueron a casa de Emily, la cual les entregó una canasta con comida y agua, la suficiente para ambos. Jared fue quien les acompañó hasta el lugar de encuentro, ya que debía llevarse el auto de la castaña nuevamente. Jacob les acompañó, él era la otra parte del plan, aunque no quería ser parte y quería cuidar de Michelle. Las cosas entre el chico Black y la rubia estaban un poco tensas, pues la chica había descubierto el secreto, y no hablaba con nadie, ni con Kaia, desde ese día.
Al llegar al prado, donde sería la batalla, Kaia caminó junto a los tres lobos hasta llegar a la pareja que hablaba de algo.
-Quiero que su mente esté clara.-Dijo Edward, cuando los cuatro chicos se acercaron.
-¿Qué mente no está clara?. -Preguntó Jacob, al llegar.
-La de nadie.-Respondió Edward, mirando de reojo a la castaña que abrazaba a Jared.-Alice dijo que se acerca una tormenta.
-Lo sé. -Dijo Will, mirando al cielo.-Lo sentimos.
-Creo que es hora.-Dijo Kaia, en cuanto se separó de Jared.-Debemos llegar antes de que el clima empeore.
-Tiene razón. -Dijo Jacob, acercándose a Bella.
Kaia y Bella debían ser llevadas por los lobos, pues era de la única forma en la que ningún vampiro podría seguir su aroma, ya que este era tapado por el de los lobos. Jacob llevaría a Bella y Will a Kaia, ya todo estaba planeado. La Swan se despidió de Edward, quien no había dejado de mirar a la otra castaña de reojo.
-Cuídense mucho, por favor.-Pidió Kaia a Jared, quien asintió.
-Ustedes también. -Dijo Jared.
Will le entregó la mochila de Kaia y la canasta que Emily les dio a Edward, el vampiro iría a preparar la tienda de campaña donde pasarían la noche, y luego se acercó a su impronta.
-¿Lista?. -Preguntó, mirándola a los ojos.
-Eso creo...-Murmuró Kaia, apretando los labios.
Will la cargó en brazos y corrió al bosque, alejándose del resto. En el camino, Kaia iba con su cabeza pegada en el pecho del chico, escuchando su corazón latir con suavidad. Kaia era pequeña, de altura y cuerpo, y era tan liviana como una pluma, por lo que no se le hizo difícil a Will cargarla. El bosque estaba en silencio, salvo por los crujidos de las hojas que el lobo pisaba y los animales que rondaban por ahí.
