I. Will.

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I. WILL.

Habían pasado 3 días desde aquel extraño día. Kaia había sido llenada de preguntas por un muy preocupado Charlie, ya que al parecer, Bella había ido a Italia.

Por otro lado, Billy se encargó de hacerle saber a Kaia que la había reeinscripto a la escuela en la reservación por su últimos meses de último año, y le aseguró que ahora era parte de su familia, y ahora su apellido era Black. Kaia no podía estar más agradecida con el hombre.

Las cosas con la manada estaban tensas, ya que desde ese día no había tenido contacto ninguno de ellos, ya que estaba al pendiente de Quil, quien comenzaba a verse enfermo.

-Debes tomar los medicamentos que te traje, Quil. -Regañó Kaia, mientras miraba al chico moribundo en su cama.-He venido tres días, y no has movido la caja desde el día uno.

-Ya te dije que estaba bien, Kaia.-Refunfuñó Quil, quien comenzaba a verse irritado también.

-Pues... No te ves muy bien, que digamos.-Dijo Kaia, mirándolo mal.

-Ha de ser una gripa normal, ya sabes.-Dijo Quil, soltando un suspiro.-Hace unos meses pesque una igual. Se me pasó a los días, ya no te molestes.

-Me preocupo por ti.-Dijo Kaia, acercándose a la cama de él. -Te quiero, y no me agrada verte en tu lecho de muerte.

-También te quiero, exagerada.-Dijo Quil, soltando una risa que luego se volvió tos.

Kaia rodó los ojos y se volvió a la puerta, la cual fue abierta, viendo al abuelo de Quil junto a Sam, quienes miraban al chico con un brillo en sus ojos. Kaia miró a Sam, y este miró a Quil, para luego mirar a la chica. El hombre alto asintió, confirmando la teoría de la chica. Kaia suspiró.

-Debo ir a casa.-Dijo Kaia.-¿Seguro que estarás bien, Quil?.

-Ya te dije que sí. -Respondió el chico, con sus ojos cerrados.-Oh, y, avísame cuando arranques en la escuela. Será bueno tener al menos una amiga ahí.

-Claro que sí, Quil.-Dijo Kaia, caminando hacia la puerta, mirando de reojo a Sam.-Hasta luego, señor Ateara.

-Nos vemos pronto, joven Kaia.-Le despidió el hombre.

Kaia sonrió a medias y comenzó a caminar hacia la salida. Tomó su bolso de la sala, donde lo había dejado en cuanto llegó, y salió de la casa. Antes de subirse al auto, Sam salió de la casa, deteniendole.

-Kaia.-Le llamó.

La muchacha volteó a verlo con una ceja levantada. No le caía mal, pero tampoco quería tenerlo cerca.

¹ Kaia | TwiligthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora