¹ Kaia | Twiligth

vii. Pesadilla. Nota y Bella.

vi. PESADILLA. NOTA Y BELLA.

Una semana, ese era el tiempo en que Kaia no salía de su casa, ni había ido a la reserva. Billy le llamó. Quil le llamó. Charlie le visitó. Y aún así, Kaia no atendió ni una sola vez.

Había vuelto al principio, y eso asustó a todos.

Para los demás, Kaia había tenido un gran avance en las últimas semanas que había comenzado a frecuentar la reserva, incluso ya no pasaba tanto tiempo en su casa, pero desde aquel día en que Embry le dijo tantas cosas, Kaia no había vuelto a pisar fuera de su casa. Charlie intentó entrar a su casa, llamarla y hablarle, pero la castaña jamás salió de su cuarto.

Vaya mierda, Kaia.

Kaia no había tenido pesadillas en el último mes. Kaia no recordaba tener pesadillas cuando lo tenía cerca, cuando Embry estaba con ella. Pero las pesadillas pueden volver, y más aún cuando la persona que te las hace olvidar, también se va.

Esa noche, la más fría del pueblo, Kaia tuvo una pesadilla, pero esta vez, no solo estaba Edward en ella, también había algo más.

Era ella, corriendo en el bosque, no importa de que lado del tratado estaba, ella sólo corría.

Corría hasta que sus pulmones dolieron, ardiendo, y el aire no llegaba a entrar a su cuerpo. Corrió hasta que sus piernas no pudieran hacerlo. Solo corrió.

«corre, Kaia» oía la voz de Edward, como un susurro en su oído, un susurro que la estremecía.

Ella corrió, sin mirar atrás.

De repente, llegó a una gran grieta, que dividía los terrenos de su familia y de los Quileutes, aquel que hace unos años no se le permitió llegar, pero allí estaba. Quieta, con su corazón latiendo desbocado, con su espalda sudando en frío y con la voz de Edward pidiéndole que corra. Ella miraba a todos lados, no podía cruzar, no podría hacerlo.