"Eres la persona correcta, y yo fui el equivocado."
Los vampiros tienen un alma gemela, aquella que cuidará, amará y acompañará al inmortal. Pocas veces es una humana, y son muy escasas las que terminan juntas.
Ella es su compañera, pero la curiosi...
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VII. GRADUACIÓN.
Kaia se veía al espejo por tercera vez, viendo nuevamente su reflejo, se sentía tan nerviosa y asustada. Nunca supo explicar como las semanas habían pasado con tanta rapidez, y como no se dio cuenta de que ya estaba en el día que tanto había querido evitar desde hace unos meses. Hoy era su graduación, y ya estaba lista para ir al acto. Su vestido, el que le regaló Charlie semanas atrás, le quedaba perfectamente. Era de un color verde oscuro, haciendo contraste con su piel pálida, ceñido de su escote a su cintura, con algunos doblez que hacían delicado el diseño, y el largo era hasta sus rodillas, quedando en una tela liza y ondeante. Era un poco sencillo, pero no quitaba que era hermoso. Kaia observó el maquillaje que Sue le había hecho, pues fue quien le ayudó dado a que no había una figura femenina además de la suya en la casa Black. Sus manos sudaban, y su peinado de rizos le daba picazón en la espalda a medio cubrir.
-Kaia, ya es hora.-Avisó Sue, entrando nuevamente a la habitación. -Will te acompañará con Billy y Jacob. Yo iré a casa a terminar de organizar la fiesta.
La manada, junto a los del consejo, habían organizado una fiesta de graduación para Kaia, quien era la única del grupo que logró graduarse ese año, pues Paul y Jared aún estaban a un año de poder hacerlo. Kaia estaba agradecida con los Quileutes, aunque también estaba apenada por la atención que le daban todo el tiempo.
La muchacha suspiró y se alejó del espejo, caminando a su cama para tomar la chaqueta de tela de algodón, suave y liza, de color negro y su pequeño bolso blanco, regalo de Quil Ateara, su mejor amigo y hermano, y salió de la habitación junto a Sue. Caminó nerviosa por el pasillo, con temor de caerse con los zapatos que Emily le prestó, y se dirigió a la sala, donde Jacob, Billy, Charlie y Will la esperaban con ropas formales. Kaia se sorprendió al ver a Charlie, pues supuso que su graduación era en el mismo horario que la de Bella. Billy casi lloró al verla, estaba tan emocionado por ella.
-Pero mírate. -Dijo Billy, con su voz quebradiza.-Estás hermosísima, hija.
Kaia sonrió sonrojada y miró al suelo, para luego mirar a Charlie con una ceja levantada.
-¿No es la graduación de Bella hoy?. -Le preguntó, sin querer sonar sorprendida.
-Es en unas horas.-Dijo Charlie.-Pero llego a tiempo para la tuya y la de ella. No podría faltar tu hada padrino.
-Claro que no.-Dijo Billy, aún casi por llorar.-Estás tan grande, parece ayer cuando viniste por esa puerta con cara alargada y con ganas de ganarme en el ajedrez.
-Te habría ganado si Quil y Embry no jugarán con las piezas.-Recalcó Kaia, con una sonrisa divertida.
-Nunca lo sabremos.-Dijo Billy, competitivo.
Kaia rió y vio a Jacob, quien la miraba con una sonrisa burlona. El Black elevó una ceja y negó con la cabeza.
-Así pareces menos gruñona. -Comentó Jacob, con diversión. -Hasta pareces una niña tranquila.
