"Eres la persona correcta, y yo fui el equivocado."
Los vampiros tienen un alma gemela, aquella que cuidará, amará y acompañará al inmortal. Pocas veces es una humana, y son muy escasas las que terminan juntas.
Ella es su compañera, pero la curiosi...
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XI. JACOB & MICHELLE.
7 MESES DESPUÉS.
Kaia observaba la tienda con aburrimiento, era la quinta tienda de vestidos de fiesta que visitaban en el día, y la castaña estaba estresada porque su amiga rubia no conseguía el vestido perfecto para su dama de honor. Para Kaia era todo un placer que Michelle le haya escogido para ser su dama de honor en su boda, pero le estresaba que la rubia sea tan perfeccionista.
-¿No tienen este vestido en color perla?. -Preguntó Michelle a una empleada de la tienda.
-Dejeme ver un momento.-Dijo la mujer regordeta, caminando hacia un almacenamiento.
Kaia caminó hasta el lugar donde estaban los sofás de espera y tomó una revista de la mesita que había a su lado. Michelle pavoneaba por la tienda, observando diversos vestidos, murmurando por cada uno.
En estos últimos 7 meses habían pasado tantas cosas en la vida de Kaia, una de ellas fue la noticia de que su hermano y su mejor amiga se casarían, aunque la castaña lo vio como un gesto muy apresurado, sabía que ambos se querían tanto que el tiempo solo era un intermedio en su amor. También había pasado la boda de Edward y Bella, la cual fue invitada junto a Will, pero no asistieron y decidieron enfocarse en la búsqueda de la familia biológica de la castaña. Kaia se enteró que su Hada Padrino, Charlie, se enamoró de Sue Clearwater, siendo ahora el padrastro de Will. Como también supo de un inconveniente en la vida de los Cullen, Bella, aunque sonara imposible, resultó quedar embarazada de Edward. Este último acontecimiento creó una guerra contra los lobos, los cuales no atacaron en cuanto supieron que Seth Clearwater, el cachorro de la manada, se imprimo en la hija híbrida de Edward y Bella. También que hubo una guerra con los Vulturis, la cual finalmente no se dio tras ser salvados por Alice y su testigo.
En la vida de Kaia, en su entorno y familia, se vio envuelta en un drama familiar al ser vista varias veces muy melosa con Will. Jacob lo había amenazado, Billy le lanzó un tablero de ajedrez, Quil le hizo prometer que no le haría daño y Charlie le recordó que era policía. Todos y cada uno de ellos le hicieron saber que lo matarían si llegara a siquiera pensar en dañar a la joven Kaia. Por otro lado, la castaña se hizo muy cercana a Leah, con quien solían salir a caminar por la Push o hacer noches de películas, algunas veces acompañadas por Michelle, cuando la rubia lograba librarse del intenso de su futuro esposo.
-¡SÍ!. -Escuchó la voz chillona de su amiga, sacándola de sus pensamientos. -¡Lo tienen!. Ven, Kaia, ven a probartelo.
La castaña cerró la revista y la dejó en la mesita, para luego levantarse del sofá con cansancio. Caminó hasta su amiga y tomó el vestido que la empleada le tendía, miró con mala cara a la rubia y se metió en un probador. Se quitó su ropa y se enfundó en el vestido color perla, era largo hasta tapar sus pies y tenía un escote en V, era pegado en el torso hasta la cintura donde comenzaba la falda de tela brillosa. Kaia se miró al espejo y sonrió. La cortina del probador fue abierta un poco y una cabellera rubia se adentró, mirándola con una sonrisa de satisfacción.
