"Eres la persona correcta, y yo fui el equivocado."
Los vampiros tienen un alma gemela, aquella que cuidará, amará y acompañará al inmortal. Pocas veces es una humana, y son muy escasas las que terminan juntas.
Ella es su compañera, pero la curiosi...
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Kaia conducía detrás de la camioneta naranja de Bella, que era conducida por Jacob. Kaia apretaba el volante con sus manos, el sentimiento que tenía en su pecho la ponía nerviosa.
Al llegar a la casa Swan, frunció el ceño. Vio a Jacob y Bella discutir en la camioneta, incluso escuchó que el lobo había arrancado nuevamente el motor del trasto, pero Bella se bajó como si su vida dependiera de ello. Kaia bajó de su auto y caminó hasta Jacob, quien cerraba de golpe la puerta de la camioneta.
-¿Qué pasó?. -Preguntó Kaia, al lobo que miraba mal algo detrás de ella.
-Un Cullen está aquí. -Dijo Jacob, entre dientes.
Kaia palideció, incluso tambaleo. Eso no se lo esperaba, y ahora entendía aquel sentimiento extraño en su pecho, que logró catalogar como arrepentimiento de ir.
-Debo irme de aquí. -Dijo Kaia, mirando nerviosa al lobo.
Jacob la miró, notando la desesperación de la chica, y la tomó de los hombros, haciendo que le mirara.
-No dejaré que te hagan daño, Kaia.-Dijo Jacob, seguro.-No se los permitiré. Eres mi hermana ahora, y te cuidaré de estos chupasangre.
-No quiero verlos.-Susurró Kaia.
-No deberás. -Dijo Jake.-Vete. Ve con mi padre, acompañalo hasta que llegue.
La puerta de la casa se abrió, dejando ver a Bella. La chica lucía radiante, hasta feliz por la vuelta de un Cullen.
-Kaia, es Alice.-Dijo Bella.-Ven, quiere verte.
Jacob gruñó y miró a la chica delante de él, la cual lo miraba temblando.
-No, Bella.-Dijo Jacob.
-Kaia.-Dijo Bella, ignorando lo que Jacob dijo.
-No quiero.-Gruñó Kaia, girándose a ver a Bella.-No voy a verla. No necesito verla. ¿Después de todo, aún quieres verle la cara, Isabella?.
Jacob la miró.
-Ve a casa, Kaia.-Dijo Jacob.-Me ocuparé de esto. Ve.
Kaia asintió, y se alejó del lobo, mientras este caminaba a la casa Swan. Kaia subió a su auto, buscó las llaves en su bolsillo, escuchó gritos en la casa, pero ella quería irse de allí lo más rápido posible. Dio un salto cuando un ligero golpeteo se escuchó en su ventanilla. Era Alice, mirándola con pena.
-¿Podemos hablar?. -Preguntó la vampiro.
Kaia abrió la puerta de forma brusca, haciendo que Alice retroceda. El rostro de Kaia, para los ojos de Alice, había cambiado. Era más delgado, incluso hasta más pálido, al igual que el resto de su cuerpo.
-¿De qué quieres hablar, ah?. -Dijo Kaia, molesta.-¿De cómo me abandonaron?. ¿De cómo me dejaron como si fuera un pedazo de nada?. ¿De cómo se burlaron de mí al dejarme pensar que era su familia?. ¡¿De qué me quieres hablar, Alice?!.
