III. QUIL, EL IMPARABLE.
Viernes por la mañana, Kaia desayunaba a toda prisa, pues por primera vez en la semana, llegaba tarde, y todo por culpa de Will, quien se había quedado hasta tarde el jueves por la noche hablando con la chica en el patio de la casa Black. Cuatro días habían pasado desde la llegada de los Cullen, y Will estaba casi todo el tiempo con ella, cuando Kaia no estaba estudiando o en la escuela.
-Llegarás tarde.-Le regañó Billy, mirándola con los ojos entrecerrados. -Creí ser claro con ese muchacho.
-Yo lo retuve, Billy.-Dijo Kaia, levantándose de la mesa, tomando su bolso.-No fue su culpa.
-Es su culpa si llegas tarde hoy.-Dijo Billy, abriendo el periódico mientras tomaba su toaza de café.
-Llegaré a tiempo.-Prometió Kaia, acercándose a él y dejando un beso en su mejilla.- Hoy iré a ver a Quil, está insoportable según Will.
-Quil es un buen muchacho, me alegra que seas su amiga.-Dijo Billy, mirándola de reojo.
-A mí igual. -Dijo Kaia.-Bueno, me iré al instituto. -Avisó. -Vendré a la casa a las ocho.
-De acuerdo.-Dijo Billy.
Kaia se despidió por última vez del hombre y salió de la casa, se montó en su auto y emprendió camino al instituto. La tarde era nublada, como de costumbre, pero no hacia un frío de congelarse. Al llegar al estacionamiento, bajó de su auto y se encontró con una despinada Michelle, quien venía corriendo con su hermano menor a su lado.
-¡Llegamos tarde!. -Dijo Michelle, tironeando a Kaia de su brazo, tal y como hacía con el niño a su lado.
La castaña fue arrastrada por todo el lugar, siendo llevada por la rubia, quien dejó al niño en el primer nivel y luego corrió al segundo nivel, donde eran sus clases. Al llegar al salón, tocaron la puerta y fueron recibidas por el profesor, que las miró mal. Estaban despeinadas, agitadas y Kaia estaba pálida.
-Señoritas, Thompson y Black.-Dijo el señor Marrero, profesor de historia. -Llegan tarde.
-Lo sabemos. -Dijo Michelle.-Es que... Ya sabe, ser nuevas... Aún no nos familiarizamos con el lugar y nos perdimos...
-Una excusa válida. -Dijo el profesor.
-¿Nos dejará pasar?. -Preguntó Kaia, esperanzada.
-No.-Dijo el profesor, cerrando la puerta en sus caras.
Kaia quedó boquiabierta, mientras Michelle frunció el ceño. Se miraron y soltaron una risita. Habían sido botadas por el profesor en su primer semana, algo que sin dudas, sería una buena anécdota. Michelle le hizo una seña a Kaia y caminaron por los pasillos hasta salir del instituto hasta el estacionamiento, donde fueron al auto de la castaña y se sentaron en el capó.
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¹ Kaia | Twiligth
Fanfic"Eres la persona correcta, y yo fui el equivocado." Los vampiros tienen un alma gemela, aquella que cuidará, amará y acompañará al inmortal. Pocas veces es una humana, y son muy escasas las que terminan juntas. Ella es su compañera, pero la curiosi...