Se quedó helada, había olvidado por completo que él estaba ahí, se giró para verlo, su rostro reflejaba enojo, sorpresa, incredulidad, emoción.
-¿Qué?- preguntó nerviosa.
-¿Cómo qué? ¿Por qué no me dijiste que estabas esperando un hijo?
-¿Para qué?- dijo ella tomando las cosas del niño.
-¡Es mi hijo Miranda! ¡Y me lo ocultaste!- habló fuerte.
-¿Estás seguro que es tuyo?
-¡Miranda por favor, no estoy para esas bromas, claro que estoy seguro!
-Tú decidiste quedar fuera de mi vida.
¡No! ¡Tú me sacaste de ella y también de la de mi hijo!- respondió furioso.
-No tengo tiempo para esto, debo llevarlo al hospital- dijo tratando de esquivarlo.
-Y yo iré contigo- dijo siguiéndola.
-¡No! Tú no irás a ningún lado conmigo.
-¡No seas infantil Miranda! Ya vamos que también es mi hijo.
Al final accedió y agradeció ya que gracias a que Tiago manejaba rápido llegaron al hospital en menos de diez minutos.
El médico revisaba al pequeño mientras él no dejaba de verlo, ahora entendía las palabras de Lucía, claro que debía saber que tenía un hijo, era un bebé precioso, muy parecido a Mindy, pero sus ojitos, eran los suyos, gris profundo, no podía creer que tuviera un hijo, un hijo con la mujer que amaba, ahora más que nunca tenía que recuperarla, ya se había perdido muchas cosas ese año, no estaba dispuesto a perderse más.
-Bien- dijo el médico-, Dieguito tiene una infección en las vías respiratorias, nada de qué preocuparse, con este medicamento estará bien.
-De acuerdo- respondió Mindy-, gracias Mike.
-¿En cuánto tiempo va a estar mejor?- preguntó Tiago.
-La fiebre debe bajar en un par de horas- respondió el médico viéndolo extrañado-, la infección debe desaparecer aproximadamente en una semana y días.
-Gracias de nuevo Mike- dijo Mindy muy nerviosa mientras estiraba su mano para estrecharla con él.
-Por nada, si pasa algo me llamas, hasta luego Miranda, hasta luego Señor...
-Casillas, Santiago Casillas- respondió viéndolo fríamente.
-Mucho gusto Señor Casillas ¿Y usted es?- preguntó confundido.
-Soy el padre de Diego- respondió sin dejar de verlo.
-Oh, de acuerdo- vio a Miranda confundido-, cualquier cosa me hablas Miranda.
-Claro- respondió antes de salir.
Se dirigieron de regreso a la oficina de Mindy, Tiago no dejaba de recordar cómo la veía el médico, tenía ganas de romperle la cara, cómo se atrevía a verla así, frente a él y frente a Diego, sentía cómo le hervía la sangre en las venas, su mano cerrada en un puño sobre el volante, lo apretó con fuerza al punto de conseguir que sus nudillos se pusieran blancos.
-¿Él siempre ha sido el pediatra de Diego?- pregunto enfadado.
-Sí, desde que nació- respondió notando sus celos.
-Mmm... ¿Y a todas las mamás de sus pacientes las llama por su nombre?
-No sé, a mí sólo me interesa que cure a mi hijo y ya, ¿A qué vienen esas preguntas Santiago?
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El Futuro Es Hoy
Romance¿Qué pasa cuando tus miedos no te dejan avanzar? Cuando no quieres volverlo a intentar por tus fracasos pasados, cuando se te presentan grandes oportunidades y por ello las dejas pasar, cuando formas una coraza casi impenetrable y no te permites viv...