Capítulo 23 "Asuntos pendientes"

34 5 0
                                    

La espera terminó, tomó sus cosas y se cercioró de que todo estuviera listo en el lugar al que la llevaría, llegó por ellos cuando el sol comenzaba a ocultarse.

-¿Lista?- preguntó mientras la besaba suavemente.

-No sé para qué pero sí- respondió sonriendo.

-Tranquila, te va a gustar...Espero- dijo nervioso.

-No eres algún tipo psicópata que va a hacer algún experimento raro o algo así ¿Verdad?

-¿Cómo supiste?- respondió riendo.

-¡Santiago!- exclamó secundándolo en la risa.

-Claro que no mi amor, ¿Cómo crees?- dijo abrazándola-, ¿Nos vamos?

-Vamos.

Acomodaron a Dieguito en el porta bebé de seguridad y se dirigieron hacia donde la llevaría, sonrió al reconocer la carretera por donde iban.

-¿Aún tenemos asuntos pendientes ahí?- preguntó sonriendo.

-Así es- respondió tomando su mano.

Llegaron al exclusivo club de Valle de Bravo donde ya los esperaban para entregarles su habitación, la duda seguía, ¿Qué estaba planeando Tiago en ese lugar? Por más que insistió no pudo sacarle ningún detalle de por qué estaban ahí.

-Mi amor, no te puedo decir nada porque arruinaría la sorpresa- dijo Tiago mientras caminaban por los jardines del club.

-Ok, ya no voy a insistir- respondió resignada.

-Gracias, ahora ¿Qué te parece si vamos a la habitación? Me haces falta- dijo mordiéndose el labio inferior.

-Ok, me parece perfecto- respondió atrayéndolo hacia ella para darle un sensual beso.

Acostaron a Dieguito cuidando que no se despertara, una vez logrado esto se dirigieron al balcón de la habitación donde tomaron un par de copas de vino, abrazados veían las luces que se reflejaban en el lago.

-Qué diferente a la última vez que estuvimos aquí- dijo Tiago mientras le daba pequeños besos en el cuello.

-Por mucho- respondió girándose de frente a él.

Chocaron sus labios en un suave beso dirigiéndose hacia el interior de la habitación, su ropa fue quedando en el camino, se entregaron el uno al otro haciendo el amor gran parte de la noche, durmieron abrazados el uno al otro; despertó sintiendo el espacio vacío junto a él, aún era de madrugada, la buscó con la mirada hasta que la encontró sentada en uno de los sillones dándole de comer a Dieguito, la escena lo conmovió, se acercó a ellos y le dio un suave beso a Mindy.

La mañana llegó, después de una ducha salieron a desayunar al centro del pueblo, Tiago se veía sumamente nervioso, esperaba que todo saliera bien con la sorpresa que le tenía preparada, intentó calmarse un poco para que Mindy no lo notara; cuando la tarde empezaba a caer se dirigieron al club.

-Bueno- dijo Tiago un poco nervioso-, es hora de ir a donde te mostraré la sorpresa.

-¿Y en dónde es eso?- preguntó ansiosa.

-Debemos ir a esa pequeña lancha que está en la orilla- respondió señalándola.

-Entonces debo abrigar a Diego- dijo empezando a dirigirse a la habitación.

-Sólo iremos nosotros dos mi amor- dijo cada vez más nervioso.

-¿Qué? Pero ¿Quién lo va a cuidar?- preguntó alarmada.

-Nosotros- se escuchó detrás de ellos.

-¡Gia!- dijo sorprendida.

-Tranquila, estará bien- dijo Dann-, ahora vayan, ya está todo listo.

El Futuro Es HoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora