28. Eres mía.

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Tras el incidente, Aline llamó a recepción para pedir un botiquín de primeros auxilios.

Sentados en la cama la rubia curaba la pequeña herida en la cabeza de Matthew, por suerte era algo aparatoso y nada grave.

—¿Por qué hiciste eso? Pudo ser muy peligroso si te golpeaba con más fuerza.— la voz de Aline claramente era de reproche.

—No tenía más opción, te fuiste sin decir ni una palabra— Matthew recordó aquel día que regreso a un departamento vacío— Nadie sabía de ti, ni siquiera Carolina y sabía que apenas me vieras huirias de nuevo.

Aline se sintió culpable con su amiga, pero de haber dicho algo seguramente ella hubiese querido intervenir, en cuanto a lo otro, probablemente así sería.

—Necesitaba tiempo— sus manos se detuvieron en el aire recordando a Joel— además no creo que la pasaras tan mal.

—¿De qué hablas?

—Conociste a Joel en un bar mientras una chica muy hermosa te acompañaba ¿Cierto?

Matt no respondió al instante y cuando decidió hacerlo añadió.

—Sí que es hermosa, es agradable estar con ella.— mencionó divertido al ver el entrecejo fruncido de la rubia.

—¿Quieres que te mate? No quiero saber de tus aventuras amorosas.

—¿Qué hay de ti Aline? Vas a clubes swinger ¿Tan rápido me superaste?

Sin pretenderlo los ánimos comenzaban a calentarse.

—¿Eso que tiene que ver contigo? Incluso antes de conocerte los frecuentaba con regularidad.

Esta vez Matthew fue quien levantó la ceja al pensar en todos esos sujetos que han tocado y saboreado el cuerpo de su amada.

—Dime... ¿Quieres saber también de mis encuentros? Hice muchas cosas que quizá puedan interesarte, siempre con una mujer distinta.

Aquello irritó a Aline, así que se puso de pie para ir a la ventana encontrando que afuera comenzaba a llover.

—No quiero escuchar nada.

La apagada voz hizo que Matthew se reprendiera a si mismo por su gran boca. En lugar de arreglar todo, lo estaba complicando.

—Aline... Lo lamento, no debí decir eso.— disculpándose Rousell se acercó a la rubia abrazándola por la espalda mientras apoyaba su cabeza en el hombro de la chica aspirando su aroma.

—No importa, ya encontraste mi remplazo y eso es bueno.

Matthew giró lentamente el menudo cuerpo hasta quedar cara a cara.

—Nadie es lo suficientemente buena para llegarte a tus talones. Esa noche en el bar estaba con una mujer, sí, pero esa mujer era Carolina y estaba con Abraham.

Aline guardó silencio reviviendo en su mente cada palabra e insinuación de Joel.

«Ese maldito lo hizo a propósito ¡Lo mataré»

Carol nos presentó a ese amigo suyo esa noche. Después de eso no sé cómo ella obtuvo información de Joel acerca de ti. Admito que me molestó la idea que confiaras más en él que en mí, pero también me tranquilizó que si no fuera por su ayuda hubieses pasado momentos difíciles.

—¿Cómo terminaste aquí?

—Eso fue más una casualidad. Tenía que venir a una reunión de negocios, Abraham me había dado la invitación para lo de esta noche, sinceramente no pensaba venir, pero supe que Joel también vendría así que...

—Así que idearon esto juntos— término Aline.

Matthew asintió esperando una nueva exploción de la rubia, pero nada llegó.

—Matthew... Yo... Te extrañé.— Aline rara vez lloraba y esta noche lo estaba haciendo por segunda ocasión— yo no quería herirte, sin embargo fui realista. Toda mi vida ha sido un asco, una mentira y el instrumento de otros, te mereces una mujer pura sin un duro pasado y sobre todo cariñosa.

—Aline... ¿Por qué querría yo eso? Nací para estar contigo y aunque al principio fue difícil, siempre fuiste tú la indicada.—Matthew acarició el lloroso rostro limpiando las mejillas con sus pulgares.

—Eres un cursi— pese a decir eso, una sonrisa de alivio apareció en su rostro.

Ambos se miraron antes de unirse en un beso que llevaban anhelando demasiado tiempo.

Aquella noche se entregaron no solo al sexo del cuál ambos disfrutaban, si no también dejaban claro su gran amor.

Abrazos y agotados, Aline acariciaba el pecho de Matthew.

—¿Cómo están todos? Marissa, Carol, Abraham... De verdad lamento no decirles nada.

—Todos están bien, pero Marissa...

Escuchar ese tono de angustia asustó a Aline haciendola enderezar un poco.

—¿Qué pasa con ella?

—Ella está embarazada.

La boca de Aline se abrió tanto por el shock que bien podría semejarse a una de esas caricaturas en las que la expresión podía verse exagerada.

—¿Qué? ¿Cómo? Quiero decir, sé el como, pero...

—Aún no se lo dije a nadie, ella no quiere decirlo por ahora. El chico ese parece que no quiere tomar la responsabilidad y Marissa se siente perdida, he tratado hablar con ella, pero no se abre a mí.

Aline se sintió culpable por la pelirroja, Marissa confiaba en Aline y le contaba sus problemas como lo haría una hija a su madre y la ha dejado sola.

—Pequeña rojita, debe estar tan asustada.

Y es que Aline conocía bien ese sentimiento de temor, estar embaraza tan joven, tener muchos sueños y al final dejarlos por un ser que estaba en su vientre, aunque afortunadamente las circunstancias eran muy diferentes.

—Quiero verla.

Dicho eso Matthew tiró de la rubia para abrazarla.

—Te necesita más que nunca y estoy seguro que se sentirá feliz de verte.— Matthew se frotó contra la cabellera rubia.

—Hay una cosa. El café, no puedo irme y dejar mi empleo, los dueños fueron demasiado amables conmigo— Aline se lamentó un poco por ello.

—Entonces hablaremos y les agradeceremos. El que cuidarán de tí me hace sentir en deuda con ellos, te prometo que les ayudaremos y nada les faltará.

Aline no estaba muy convencida de aquello, pero algo era seguro y es que no los dejaría a su suerte, ambos eran mayores y sin hijos por lo tanto devolvería la hospitalidad y ayuda con creces.

—Eres mía y no volveré a dejarte ir nunca más.

—¿Me estás secuestrando Rousell?

—Por la eternidad.

Aline sonrió sintiendo la calidez en su espalda al tiempo que su corazón latía con fuerza.

La felicidad era algo que había probado en porciones, sin embargo ahora sentía que todo el dolor y sufrimiento habían valido la pena.

Amaba a ese hombre con todo su ser y él la amaba a ella ¿Qué más podía pedir?

Bajo la máscara IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora