Me despierto temprano, ella está profundamente dormida. Joder, es tan perfecta, tan hermosa, es mi predilección. Observo por milésima vez su cuerpo, al que aún no logro mirar sin sentir que tengo el puto cielo en mis manos. No sé si tiene magia pero desde que la hice correrse en el elevador me he vuelto adicto a su cuerpo.
La beso y ella hace una mueca de lo más graciosa, se acomoda bien y sigue durmiendo. El vuelo a San Francisco vendría siendo a las once.
Me levanto de la cama y me doy una ducha. Posteriormente voy a la cocina y preparo mi especialidad y lo que mejor se hacer, pankekes. Acomodo el desayuno en una bandeja y se lo llevo a Keira.
—Despierta dormilona —le beso el cuello.
—¡Um! —expresa. Me mira y sonríe—. Buenos días amor.
—Buenos días nena.
—¿Esto es para mí? —pregunta sorprendida.
—No sé —digo mientras tomo un pedazo de pankeke.
Ella me quita los cubiertos y lo prueba.
—Delicioso —comenta—. Eres tan bueno en esto como en la cama.
—Lo sé —afirmo.
—Amor, tengo muchos deseos de comer algo en específico —me dice.
—Chocolate —digo como si fuera obvio.
—No, fresa. Tengo muchos deseos de comer fresa.
—¿Fresa? —inquiero confundido.
—Sí, ¿vamos a buscar? —casi suplica. De veras tiene ganas de ello.
Río. Jamás creí que esto me pasaría a mí.
—Está bien preciosa. Como negarme con esa carita.
Llegamos a un lugar llamado Edible Arrangements, es una tienda de regalos donde venden diversos tipos de fresas.
Salimos llenos de bolsitas, habían dulces con fresa, fresa con chocolate y muchísimos tipos más.
Aprovechamos el paseo y visitamos el Central Park.
A las once ya estábamos en el aeropuerto, rumbo a San Francisco.
—Quédate todo el día conmigo. Si quieres después te ayudo con todo el trabajo que tengas.
Hace una especie de buchero tipo niña pequeña. Es tan adorable.
—Está bien preciosa —ríe complacida.
Entramos a su departamento y ella se sienta en el sofá a quitarse los zapatos.
—Quiero bañarme —se va quitando la ropa mientras camina al baño—. ¿Me acompañas?
Camino rápido hasta alcanzarla. La cargo en mis brazos y la llevo hasta el baño.
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Inmune a sentir [Inmunes 1]
Romance... Aún siento su mirada intensa sobre cada paso que daba. No sé cómo mi cuerpo respondió tan bien. El corazón se me aceleraba y las piernas no andaban tan firmes, a decir verdad, caminaba por pura inercia. Solo lo miré tres segundos pero me bastaro...