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sick || SukuIta

Advertencias: Incesto entre hermanos / just a little bit of angst / Dark Itadori Yuuji

"Conocí a alguien, y... creo que deberías hacer lo mismo."

Aquellas palabras salieron amargamente de su garganta, sintiendo dolor y náuseas después de pronunciarlas.

Su hermano lo miró fijamente, aún recostado sobre las sábanas, y sin una expresión clara, desviando su mirada color miel a los pocos segundos, confundido.

Sabía que le había causado un gran dolor al obligarlo a escuchar decir aquello, por supuesto que lo había hecho, tanto como a él le había dolido haberlo dicho.

Lo que ambos llevaban haciendo desde hacía unos años era algo indiscutiblemente repudiable por cualquier persona con dos dedos de frente, incorrecto e inmoral frente a los valores y principios de la "correcta" sociedad.

Había veces en las que tenía pesadillas, en las cuales sus familiares y conocidos se enteraban de la extraña y sucia relación que mantenían, y las miradas cargadas de asco, odio y aversión de todos ellos, apuñalaban su pecho. Despertaba con lágrimas empañándole los ojos y manchando sus mejillas, y un fuerte dolor en el estómago, mientras que un Yuuji preocupado intentaba ayudarlo a calmarse.

No había nada que hacer al respecto, tarde o temprano todos lo sabrían. Y los odiarían, los despreciarían y los juzgarían sin conocer cómo fue que ambos llegaron hasta ese punto.

A él realmente le importaba una mierda lo que pensaran de sí mismo; incluso podría admitir que dolería los primeros días, claro, pero no los necesitaba para continuar con su vida, no eran indispensable en ningún sentido; por otro lado, Yuuji, a pesar de mantener una fachada fuerte y desinteresada, era alguien débil y sensible, dependiente emocionalmente del cariño de sus seres queridos, y mucho más, del amor de su hermano mayor.

Era por eso que comprendía que necesitaba cortar el lazo de alguna de las dos partes, y no permitiría que su hermano se hundiera junto a él. Claro, si es que no terminaban separándolos, primero.

Abandonar esos intensos pero repudiables sentimientos era lo único que le permitiría continuar a su lado; no importaba si el más joven se negaba, no había otra alternativa.

Escuchó a Yuuji bufar, observando hacia las delgadas cortinas de la habitación, por dónde entraba una muy leve luz blanquecina que aliviaba la penumbra y pesadez del lugar. "¿Entonces... debo dejar que otro ponga sus manos sobre mí?" Ambas palmas se posaron sobre su cuello, deslizándose y bajando por sus clavículas, hasta llegar a sus pectorales. "¿Dejarías que otro tome mi cuerpo?" Dos de sus dedos tomaron sus protuberancias rosas, apretando y rozando -con poca delicadeza- las puntas, provocando que reaccionaran de inmediato.

Se mantuvo mirando atento cada movimiento que realizaba, sin mostrar una expresión clara en el rostro. Para su infortunio, nunca había podido resistirse a él, a su lujurioso cuerpo, ni a cada movimiento indecente que hacía para seducirlo, logrando enloquecerlo.

"¿Debo dejar que otro me lo haga..." Dejó de torturar uno de sus pechos, para bajar su mano derecha con lentitud, descendiendo por su vientre, apenas rozando su entrepierna y perdiéndose en medio de ambos carnosos muslos. "...porque mi hermano ya no quiere?" Abrió sus piernas revelando su entrada aún húmeda, dónde goteaba el semen, que había derramado dentro de él, y manchaba sus muslos.