All Yuuji

come right back || GoYuu

Notas:  27/14 - Universo alterno, sin maldiciones. 

Es extraño verte de esa forma.

Grandes y vivaces ojos marrones se detuvieron a mirarme con fijeza y curiosidad. Debí suponer que lo más probable, era debido a mi apariencia; un poco excéntrica para la mayoría de personas.

Tus labios rosas y delgados se curvaron en un pequeño puchero, cuando no acertaste con la razón por la cual usaba aquellas vendas que cubrían mis ojos.

Y tu cabello bailó con el viento, cuando empezó a atardecer tan repentinamente, que no nos percatamos de las horas que habían transcurrido.

Y caí. Caí de manera tan acelerada que ni siquiera me dio tiempo para detenerme a pensarlo por un segundo.

Eras sólo un niño para ese entonces, y aunque los años han pasado, de alguna manera, lo sigues siendo.

01/04/18

"¿Gojo-san?"

Había logrado grabar el tono infantil de tu voz en cada parte de mi memoria, de manera que, podría reconocerte, aunque sea en un susurro. "Sí, ¿qué sucede?"

"Mi abuelo me envío a entregarle sus productos." La caja que reposa entre tus manos, luce pesada; sin embargo, no hay rastro de esfuerzo o cansancio en tu rostro.

"Está bien, puedes pasar." No es casualidad que haya dejado la puerta entreabierta. De alguna forma, sabía que serías tú la persona que entraría por esa puerta, y me alegra no haberme equivocado.

Aunque intentas disimularlo, puedo ver cómo tus ojos viajan por cada espacio de mi departamento, curioso. "¿Dónde dejo sus cosas?"

"Puedes dejarlas sobre el piso, está bien."

Las expresiones que muestras son tan tímidas y reservadas que logran ocultar gran parte de tu personalidad.

He podido verte sonreír en varios escenarios; junto a tu abuelo, intentando hacer que olvide su enfado, junto a tus compañeros de colegio, de manera tan abierta y sincera que empecé a sentirme celoso. "Eso es todo. Hasta luego, Gojo-san."

No lo dejaré pasar esta vez, no voy a dejarte ir el día de hoy. "Espera."

Tus mirada dorada se entrelaza con la mía, cuando tus ojos me observan detalladamente, grandes y curiosos. "¿Hay algún problema con su pedido?"

No me es difícil inventar excusas para hacer que te quedes a mi lado por unos minutos más, pero es extraño para mí, sentir temor por la posibilidad de que puedas rehusarte. "¿Qué edad tienes?"

"Tengo catorce años, ¿por qué lo pregunta?"

Sólo un niño. "Está bien."

No vas a quedarte con la duda, sé que no lo harás. "¿Puedo hacer algo por usted?"

Bingo. "Estoy buscando a alguien para que me ayude a archivar papeleo y mantenga ordenada mi oficina." Tus labios se entreabren, dudoso.

Sé que eres alguien inseguro, puedo percibirlo y siendo sincero, es algo que muestras muy fácilmente, y eso no es conveniente. Eres demasiado bueno para despreciarte de esa manera.

"¿Te interesa el puesto? Prometo que la paga será buena."

Realmente ansío en que aceptes mi propuesta, pero en un lugar muy recóndito de mi alma y de mi corazón, también deseo que la rechaces.