strawberry milk || SukuIta & TojiIta

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Notas: Oneshot random que se plasmó en mi cerebro desde que vi un fanart en Instagram. (Yuuji es un híbrido mitad humano/mitad vaquita)

Todo está narrado desde el punto de vista de Sukuna.


Resumen: Wasuke vive en una casa muy alejada de la ciudad, tiene una pequeña granja situada al lado, y a pesar de no tener ningún animal, siempre la conserva limpia e ingresa varios alimentos allí.

Es un día cuando unos delincuentes, ingresan abruptamente a su hogar con la intención de robar alguna cosa de valor, que hacen un descubrimiento.

No es un humano, pero tampoco un animal.



♡ ♡ ♡ ♡


"Ese maldito viejo." Hace rebotar su puño sobre la mesa de madera. "Nunca sale de esa casucha."

Los tres jóvenes se mantienen en un refugio remoto y muy escondido, ubicado a pocos metros de la casa del viejo Wasuke. Habían averiguado sobre la fortuna de la que era poseedor el hombre, algo que suponían debía mantener muy bien conservada y guardada dentro de la casa, pues las únicas veces que lo habían visto salir, era para hacer grandes compras en el mercado, acompañado de su vieja camioneta.

Jamás había pisado un banco, y el aspecto del lugar no dejaba entrevisto que invertía en lujos o en sí mismo siquiera.

Aquella tan anhelada fortuna se desperdiciaría en manos de ese viejo, y ellos no iban a permitirlo.


"Estás realmente seguro de que vive solo, ¿verdad, Naoya?" El mayor de todos es el más cuidadoso con todas las partes del plan. Es el más antiguo en participar de tales robos, por lo que su experiencia es basta.

El rubio hace un gesto ofendido. "¿Alguna vez me he equivocado?"

"Sí." Interfiere con una clara intención de fastidiarlo.

Lo observa rodar los ojos. "Toji, estoy seguro. Sólo bastará con uno de nosotros para dejar inconsciente al viejo, y tendremos el camino libre para encontrar el dinero."

Ninguno vuelve a hablar, saben que necesitan descansar un poco antes de irrumpir en la casa. Son cuidadosos a la hora de realizar esos trabajos, o por lo menos, dos de ellos.


Toji, el mayor, es quien lleva más tiempo en ese negocio; al morir uno de sus compañeros, en una confrontación con la policía, decide dejar de asaltar casas de la ciudad, para preferir las del campo, dónde sabe que son muy escasas las posibilidades de ser atrapado.

Conoció a Sukuna en un enfrentamiento en un bar, realmente peligroso y situado casi en medio de la nada; lo ayudó a evitar una estúpida pelea, dónde probablemente no saldría gravemente lastimado, pero si se ganaría enemigos en el lugar. Se enteró de que era un chico que había escapado de su hogar hace unos años, apenas cumplió la mayoría de edad, y también se dedicaba a delinquir, pero no de la misma manera que él. Es ahí, cuando se le ocurre invitarlo a formar parte de su grupo, sabe que su fuerza e insensibilidad serán bien recibidas.

Al último y más joven, Naoya, lo conoció apostando, para su mala suerte, el chiquillo no se despegó de él en toda la noche, la cual aprovechó para contarle toda su patética vida. Había sido echado de su casa, porque había caído en las drogas y sus padres adinerados habían hecho esfuerzos hasta el cansancio por enviarlo a rehabilitación, pero éste se había negado; lo peor es que ni siquiera era un adicto, sólo parecía odiar a su familia.

All YuujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora