high content || SukuIta

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Advertencias: Omegaverse, consentimiento dudoso.




"¿A dónde crees que vas?"


Es sábado por la noche, y lo usual para cualquier adolescente de quince años, sería asistir a alguna fiesta o reunión de secundaria, pero no lo es para Yuuji, no teniendo un hermano tan idiota como Sukuna. "No es asunto tuyo."

"¿No lo es? ¿Acaso has olvidado quién quedó a cargo de la casa?"

"El hecho de que papá te haya dado el dinero de la semana, no significa que debas portarte como un bastardo tirano." Gruñe, por segunda vez en la noche, hurgando en su armario el atuendo perfecto. "Y carajo, deja de soltar tu maldito aroma, no quiero apestar a alfa cuando vea a mis amigos."

Pero distinto a lo que creyó que sucedería, Sukuna sólo se ríe, con esa voz ronca que provoca que sus nervios se crispen, y que vuelva a retirar de su cuerpo, la sudadera que escogió, porque está bañada del aroma a roble y menta. "No recuerdo que te incomodara tanto el sábado pasado."


Mierda.

No, no fue incómodo, y tampoco lo es ahora. Pero que Sukuna intente chantajearlo usando su sensual aroma para arruinar su salida, no es tan caliente como él cree que es.


"Oh, ¿sí? No lo recuerdo." Una sonrisa de satisfacción se dibuja en su rostro, al finalmente, encontrar el pantalón que hace que su trasero y muslos, resalten. "Estoy listo."

"¿Listo para?"

"Para irme."


Los mechones rojizos caen hacia atrás, cuando Sukuna fija su mirada sobre el techo de la habitación; y el clima se hace denso, cuando el único sonido dentro, es su inhalación y exhalación profundas. "No irás a ningún lado."

Yuuji obvia las palabras de su hermano, como casi siempre lo hace, y toma su teléfono, escondiéndolo en el bolsillo trasero de sus jeans. "Adiós, Suku-nii, que tengas una linda y solitaria noche."


Con un par de pasos más, está frente a Sukuna, quien aún reposa sobre el marco de la puerta, correspondiendo a su mirada.

Pero, tan pronto como sus ojos se despegan, el hombro ancho se interpone entre el estrecho camino, de su habitación al pasadizo. "No dejaré que te vayas, mocoso." Hay una expresión extraña en su rostro, una que Yuuji sólo ha visto cuando Sukuna ha enloquecido durante el sexo; sonrisa ladeada, ojos caídos y oscuros, y cejas levemente arqueadas.

"Apártate." Usa una de sus manos, para empujar el pesado cuerpo; después de todo, él no es un omega debilucho como los que Sukuna suele destruir, sino que es fuerte; no en comparación a un alfa, pero lo suficiente para enfrentarse a uno. "¡Sukuna!"

"¿Qué? ¿Crees que puedes usarme un puto fin de semana y al otro, olvidar que existo?"

"Vete a la mierda, tú también querías hacerlo, no me vengas con estupideces." Yuuji deja salir una sonrisa, cuando se percata del juego manipulador, en el que Sukuna quiere involucrarlo. "Mira, hermano, no es mi culpa que ahora, tú seas un viejo sin vida social, así que, quítate del camino o llegaré tarde."


Sukuna no es viejo, ni de broma.

Es un universitario de veinticuatro años, con mucha más vida social, de la que Yuuji tendrá durante el tiempo que le quede por vivir; sin embargo, desde hace unas semanas, en las que decidió follarse a su hermano, descubrió que existían placeres mucho mejores que una simple fiesta, o que cualquier otro agujero, que no fuera el de Yuuji.

All YuujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora