Fantasías Ocultas

Capitulo 12: " - Vengo por mi moneda de cambio"

Hoy es lunes y es mi día menos favorito de la semana.

¿No les pasa que odian los lunes? Bueno, yo odio los lunes con mi ser. A veces siento que son una tortura para el ser humano.

Lunes sinónimo de tortura, búscalo, aparece en el diccionario.

Con el dolor de mi alma y de mi cuerpo, salgo de mi cama super cómoda, me estiro un poco y voy a la ducha.

Mi primera clase es teleinformación.

Ya no quiero estudiar para ingeniera. Diría que es una de las carreras mas fáciles y mas complicadas, básicamente, su servidora, osea yo, estudie para hacker pero no directamente para hacker.

Je, je, je.

Quiero trabajar para la FBI y llegar a ser la mejor ingeniera de sistemas, además de que depués de terminar mi carrera quiero estudiar psiquiatría criminalistica y no lo se, ser psiquiatra.

Quiero hacer muchas cosas y espero lograrlas todas, pero primero tengo que irme a bañar.

Entro a la ducha de mi habitación y me cepillo los dientes dos veces, sigo a la ducha y lavo mi cabello mientras masajeo mi cuerpo con un producto que huele a lavanda.

Me encanta este olor.

Sirve para olvidar.

Ayer soñé con Jasson y no se como sentirme al respecto. Mis sueños a veces pueden llegar a darme miedo.

Jasson me encanta, pero es nocivo y yo lo peligroso lo alejo.

Pero ese sueño me encanto, me fascino y como en todos mis sueños no me decepciono.

El que me toque como el lo hace me encanta, me encanta sus dedos sobre mi piel y sus besos en mi cuerpo, la manera en la que me folla, como si le perteneciera a el únicamente gritandome en embestidas que soy solo suya.

Olvidando que cuando despierte seré de alguien mas.

Eso es lo que me hace pensar Jasson, que no tengo un matrimonio arreglado.

Mamá es liberal, moderna y papá es conservador y antiguo.

Mamá y papá son de esas combinaciones que no sabes como todavía siguen juntas, pero eso es otro tema.

Mamá lo intento muchas veces, pero no pudo contraeso. No quiero casarme, los hijos son una perdida de tiempo, quiero ser la tía millonaria mientras Rose se reproduce cual conejo con algún chico.

Mi mejor amiga y yo somos diferentes.

Ella sueña con hijos y una familia.

Yo sueño con ser mas millonaria que mis padres y poder decirles a mis sobrinos "Pónganlo a mi cuenta"

A mí mejor amiga no le importa con quien se case, mientras tenga dinero y el chico sea lindo le da igual.

Yo por el contrario no fui hecha para el matrimonio y lo tengo demasiado presente.

Pero hay cosas de las cuales no se pueden salvar.

Sebastian Wilhem quinto.

Hijo de los reyes de inglaterra y mi futuro esposo.

Sebastian es fino, chico de clase y yo soy algo mas sencilla y con menos finura.

Soy normalita a pesar de que a veces me gusta actuar como niña mimada.

Sebastian es tierno y caritativo con las demás personas.

Pero a mi me gusta el malo, el que parece hijo perdido de Morgan.

A mi me gusta sufrir, a veces creo que soy masoquista.

Salgo de la ducha embutida en mi toalla y busco que ropa me pondré.

Escogo una falda clara, con una chaqueta de cuero negra, unas gafas negras y un top blanco.

Amo ser tan minimalista a la hora de vestir.

Escogo mis viejos convers blancos y una bag de color blanco con un dibujo de osito.

Salgo de mi habitación mientras agarro las llaves de mi coche y busco que desayunar, me decido por comprarme un café helado mientras voy a la universidad.

Veo a mi madre llorando.

Veo a papá a su lado.

Papá la abraza.

Mamá llora aún mas desconsolada.

- Perdóname cariño, yo no quería llegar a esto - le dice mi padre a mamá.

- ¿No querías llegar a esto? - le reclama ella con lagrimas en sus ojos verdes - ¡Por Dios Bruno! - le grita mamá enojada - ¡Prácticamente vendiste a tu hija! - mamá le pega en el pecho y yo me quedo muda.

Suelto mis cosas en el suelo y ellos voltean a verme.

- Hija... yo - trata de explicarse mi padre.

- ¿Es cierto lo que dijo mamá? - le pregunto en un susurro.

Él solo asiste.

- Pero, no fue así hija - trata de acercarse a mi mientras yo me alejo de él - hija, déjame explicarte - me pide.

- ¿Explicarme que? ¿Cómo me vendiste? - le pregunto.

- No fue así hija, es todo un mal entendido - me dice papá.

- ¿Ah si? - le digo con los ojos llenos de lagrimas - explícate padre - le digo limpiando la lagrima que corre por mi mejilla.

- Yo... yo... - titubea - hay un señor, se llama Jasson Cassano - joder. Sabia que era peligroso - ese señor es un abogado sin escrúpulos, llego a mi despacho y me mostró cosas horribles, me dijo que las iba matar a las dos y que no lo haría si le doy algo.

- ¿ A cambio de que? - le dije, sabiendo la respuesta.

- De ti - susurro mi padre.

- ¿Fui tu moneda de cambio? ¿Así me ves? - le pregunto con muchas lagrimas en mis ojos, mamá sigue llorando en el sofá.

- Hija, yo no quería hacerte esto - llora papá - pero, era tu madre o tu y no voy a soltar a tu madre - aseguro el -. Yo la amo.

- ¡Me soltaste a mi! - grito pegándome en el pecho - ¡Soltaste a tu hija! - grito desesperada.

- Tu madre es mi prioridad, me jure protegerla y así lo seguiré haciéndolo - asegura y madre esta llorando desconsolada -. No importa por quien tenga que pasar, es la mujer de mi vida y se va a quedar junto a mi.

- ¿Sin importar el costo? ¿Sin importar tu hija? - le pregunto triste.

- Sin importar nada - asegura con mirada altiva, volvió a su usual máscara de hielo.

- Me voy, no te quiero volver a ver en mi vida y olvídate de que seré tu moneda de cambio, aspiro muchas mas cosas para mi vida que ser una maquina reproduce bebes - aseguro yéndome hacia la puerta pero mi papá me jala del brazo.

- Quita, el señor Cassano ya casi llega - asegura y yo me remuevo, tratando de soltarme de su agarre.

- ¡Suéltala ya Bruno! - le pide mamá y papá hace caso omiso a sus reclamos.

Todos nos quedamos quietos al ver un Ferrari negro en el porche de la casa y yo trato con aun mas fuerza soltarme del agarre de mi padre pero el me sujeta aún mas fuerte.

Escuchamos como tumban la puerta de la casa y como entran 5 hombres armados.

Entre ellos hay uno en especial, ese que me mira con lujuria.

- Buon pomeriggio familia - saluda Jasson con una sonrisa burlesca -, vengo por mi moneda de cambio.

Buon pomeriggio: Buenas tardes.