Narra Rebecca.
El sitio es lujoso, es como un castillo de la época medieval, miro todo con simpleza. No me gusta demostrar impresión, tampoco es que me hiciesen falta muchas cosas porque si bien mi familia no es la mas pudiente, esta claro que no pase hambre tampoco.
Desde siempre se me ha tratado de cumplir uno que otro capricho, siempre que se pudiese. Tampoco es que yo sea la personamas mimada del mundo o algo asi.
- Parece que te diera mala vida - me dice Jasson con un dejé chistoso, lo miro como si quisiera clavarle una daga.
- Oh vamos - le pegó un golpecito en el hombro - mi vida lujosa me la costeo yo - le digo.
De cierta manera, admitiéndolo, agradezco que Jasson me ayude a pagar mi carrera, pero no puede decir eso cuando claramente yo misma me costeo mis otras cosas . Me gusta mucho que el crea en mi, ya que, muy pocas personas en su vida lo hga hecho.
Seguimos caminando agarrados de la mano hasta que llegamos al salón principal, donde se encuentran muchas personas, todas vestidas elegantemente. Algunas de estas empiezan a acercarse a Jasson, preguntándole si somos algo a lo que él aclara (con mucho orgullo) que soy su novia y yo simplemente asiento, sonrojandome. El evento transcurre sin problemas, hasta que veo una melena rubia, cómo se acerca a nosotros.
- Veo porque no aceptaste mi propuesta de una siguiente cita - me dice Sebastián, con una copa de champaña blanco entre sus dedos.
Miro a Jasson implorándole paciencia, diciéndole con mis ojos que yo puedo controlar la situación.
- Si no acepte una segunda cita contigo fue por tu carencia de personalidad propia - hago una pausa- aunque bueno, siendo sinceros, Jasson también tuvo algo que ver - le digo irónica , veo cómo frunce el ceño y como sostiene la copa con fuerza.
- Lo que te falta a ti es una buena cachetada para que respetes a los hombres - me dice, posicionando un mano en su bolsillo.
- A ver, pegamela, quiero ver que pensaran estas personas - mira a su alrededor, todos nos observan de forma "disimulada" les dedica su mejor sonrisa falsa - No te atreves, falta de huevos es lo que tiene; y por ello, lo que te falta a ti es personalidad propia y no tratar de gustarle a los demás, principito - le digo y jalo a Jasson indicándole que nos vayamos de ese lugar, no quiero estar más en esta fiesta, tuve suficiente.
Minutos más tarde...
- Que lengua viperina - me dice Jasson mientras yo me quito los tacones en la cama, ya estamos en casa.
- No te hagas, amas a esta lengua viperina - le digo y el asiente al frente del espejo, quitando su cortaba.
- Claro que la amo, jamás diría lo contrario - me dice, sonriéndome da lado.
Se acerca a mi, me toma de la cintura levantandome y nos acerca a ambos al espejo.
- ¿Ese principito significa problemas? - me pregunta mi novio y yo lo miro tratando de trasmitirle toda la confianza que pueda. Me gustaria poder darle una respuesta certera, no obstante, no puedo mentirle Jasson.
- Tuve una cita con él, pero las cosas salieron mal - le explicó -. No sé si significa problemas y eso me asusta - digo y el me mira pidiendo una explicación - es hijo de los reyes de Inglaterra, mamá siempre quiso que me casase con el - aclaró.
- ¿Por que no lo hiciste? - me pregunta.
- Su carencia de personalidad iba hacer mi vida muy aburrida, sin mencionar que me veía como una máquina reproduce bebes - le digo y Jasson suelta una risa -. Oh no, ¿tú también quieres hijos? - lo miro y el me muestra esas preciosas sonrisa.
- Si tú no quieres no, es tu cuerpo, tú decisión, no puedo mandar en ti, tú eres la que decide aquí - me dice y yo me sonrojo, me volteo quedando frente a él y pongo brazos alrededor de su cuello.
- ¿Yo decido? - le pregunto coqueta.
- Claro que lo haces - me dice el, acercando nuestros rostros.
- Entonces, he decidido que deberíamos de tomar una ducha juntos - le digo y el me carga cuál princesa para llevarme a nuestro baño.
Narra Sebastián.
Tomo todo la champaña que puedo mientras me estrello en los glúteos de una morena. Estoy rabiosos, estresado y ardido. Verla de la mano de él, verla sonreír como nunca lo ha hecho conmigo. Se que tuvo razon en todo lo que dijo y eso es una de las cosas que me molesta aun mas. Su petulancia y arrogancia me hacen querer encerrarla en una habitacion y que recuerde quien manda a quien.
- Señ-ñor su-Sue-élteme - me pide la morena, la cual ignoro, quiero satisfacer únicamente mi deseo.
Me estrello aún más fuerte contra ella, demostrándole su carencia de valor como persona y tratándola como la puta que es. Por algo le pago lo que le pago, sus ruegos son solo esa melodia que me hace enaltecerme.
Riego el la champaña que queda en sus nalgas las cuales sigo penetrando, ella suelta un chillido debido a lo helada que esta esta.
- ¿Que putica? ¿No lo soportas? - le digo y ella lloriquea aún más fuerte.
Suelto todo mi enojo contra sus nalgas, estoy tan estresado y enojado. Escucho como golpean la puerta, escucho como dan golpes duros.
- ¡Hijo! ¡Suéltala! ¡Apenas y tiene 14! - me grita mi madre desde el otro lado.
La morena llora aún más fuerte, chilla y grita de dolor. Eso sólo alarma más a mi madre.
- ¡Cállate ya puta! - le grito y le pegó una cachetada, desatando todo mi enojo con ella.
Llora, pide que la ayuden, que la salven, sin saber que ella no es la primera qué pasa por esto.
Sin saber que ella no es la primera que tomo sin consentimiento, sin saber que no importa cuanta ayuda implore, nadie la ayudará. Porque a ninguno de los que trabaja aqui les combiene, se haran oidos sordos y seguiran con sus vidas como si nada.
Por ello es que el mundo nunca cambia, porque las personas simplemente deciden no hacerlo cambiar.
Me la follo como quiero y de la forma que quiero, jamas me importaran sus suplicas y mucho menos ahora que saciarme a mi es lo unico que veo viable. Me corro adentro de ella, mis fluidos llenando su cavidad y miro lo que hice con una ceja alzada y mi pechoi grande, otra mas a las veinticinco de la lista.
Me levanto de la cama, cubriendome con una bata de seda negra y observo como ella trata de cubrirse con la ropa que le rompí y sale gateando de la habitación, deja la puerta abierta y mi madre me mira con tristeza y decepción.
Estaba llorando, tiene los ojos rojos y su cabello esta despeinado. Probablemente si tuviese unos dos o tres años si me hubiese importado ver a mi madre en ese estado; no obstante, luego de ver las humillaciones a las que mi padre la sometia, como el me golpeaba y ella simplemente miraba en silencio me vale una reverenda mierda como me mire o que tanto le afecte lo que haga.
- ¿Por qué lo haces? No te eduque para que te conviertas en esto - me dice ella, limpiando una lagrima que le está cayendo.
- Tú ni siquiera me educaste, me educó una de las criadas que se follaba papá - le digo y tomo un sorbo directamente de la botella de vino tinto.
- Lo hizo ella porque yo no podía verte, me dolío mucho el parto y tú papá me hizo lo mismo que tú le acabas de hacer a esa chiquilla - me dice ella, tratando de explicarse.
- Las excusas no valen cuando incumpliste con tu deber como madre - le digo, no quiero escuchar más lloriqueo.
Tuve suficiente escuchando tres horas seguidas.
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Fantasías Ocultas
Roman d'amourRebecca, una chica que tiene sueños húmedos con un chico. Jasson, protagonista de esos sueños húmedos. Rebecca, sueña con algún día encontrarselo. Jasson, solo aparece en sus sueños. ¿Jasson saldrá de los sueños de Rebecca? ¿Rebecca se vera con Jas...