Era miércoles y saben lo que significa, ¿verdad? Pre festejo, falta poco para el viernes, puedo llegar a sobrevivir.
Mi vida es un caos, no he tenido muchas actualizaciones respecto a ella pero básicamente luego de un día de no narrar nada salí con un chico.
Je, je, je.
¡SALÍ CON UN CHICO!
¿Imposible de creer verdad?
Bueno, no fue salir como tal. Era el hijo de una amiga de mamá, se llama Sebastian y tiene 20 años, cabello de color negro y ojos azules.
Un chico de ensueño.
Es lindo, ¿ok? Nadie tiene derecho a juzgarme.
En otras noticias, ayer no soñé con Jasson.
Si, el chico de mi sueños esta desapareciendo, cosa que agradezco.
Él solo elevaba mis pobres y miserables expectativas y aunque Sebastian no las llene completamente, creo que puedo conformarme.
No es como Jasson, que puede llegar a ser extremadamente pervertido; diría que son todo lo opuesto.
Pero esta bien, creo que Sebastian es suficiente.
Rose lo sabe todo, ¿Cómo quieren que no le cuente a mi mejor amiga que estoy saliendo con un chico? Ella va a ser la madrina de mi boda.
Si es que alguna vez decido casarme.
Decidida y con ánimos suficientes para hacer ejercicio, hago mi coleta y voy al cuarto de entretenimiento.
Abro mi closet y encuentro unos shorts negros con un top negro y un chaleco gris.
Busco algunos videos de Youtube y hago los que me gustan.
Mientras estoy haciendo abdominales recibo una llamada de teléfono.
Agarro mi celular del piso y paro el video para contestar la llamada.
- Hola linda - me dice Sebastian.
- Hola Sebastian, ¿Cómo estas? - le pregunto algo agitada, el ejercicio esta haciendo factura.
- Bien y tu, ¿Qué estabas haciendo? - me pregunto curioso.
- Ejercicio - suelto un suspiro -, pero creo que no es lo mío.
El ríe - ¿Quieres ir al cine el sábado?
Fiesta con Rose = a sábado.
Si no voy Rose se enoja = a querer matar a alguien.
Amigas sobre ligues.
- Tengo que ver mi agenda - conteste no muy segura -, si no tengo nada que hacer te aviso.
- ¿Segura? Mira que si no puedes el sábado vamos el domingo - trato de que yo aceptara.
Carajo, el domingo, esta reservado para ver series.
- No, el domingo esta reservado - le digo segura.
- ¿Ah si? ¿Y con quien? - me pregunto algo celoso.
- Con nadie, solo me gusta ver series sola y ya - trato de explicarle.
- ¿Quieres verlas conmigo? - me pregunto y la verdad no me apetecía.
- No, es un día para mi - le dije mientras me acercaba al centro del cuarto y empezaba hacer sentadillas.
- ¿Solo para ti? - parecía enojado.
- Si, solo para mi - aclare.
- Entonces, ¿Cuándo puede su majestad real? - me pregunto sarcástico.
- Si lo preguntas así, nunca - le dije segura, llevaba 20 sentadillas.
- ¿Cuándo puede usted bella dama concederle una cita a este simple mortal? - me pregunto con tono aristocrático.
- Oh, bueno, esta diosa puede hacer un espacio en su agenda el jueves en la tarde.
Me duele el culo de tantas sentadillas.
- Bueno, el jueves nos vemos linda - dijo tierno - hasta luego.
- Hasta luego.
Colgué.
Luego de unos 15 minutos mas tarde decidí que había hecho mucho ejercicio y me repose unos 20 minutos para ir a la ducha.
En la ducha me lave el cuerpo, el cabello, me cepille los dientes y salí con mi bata de baño.
Me aplique crema corporal y me puse mi pijama de seda.
Me acosté en mi cama a dormir.
Estoy dormida, sumida y de repente me encuentro en un espacio de color blanco, tenia una cama con sabanas de seda de color negro y al lado había una mesita de noche con látigos, correas, antifaces y esposas.
Bajo la vista hacia mi cuerpo y únicamente llevo un conjunto negro de encaje, las bragas no cubre mi culo.
- ¿Con que ese tal Sebastian es suficiente para ti? - me susurra al oido esa voz tan conocida.
- Jasson - susurro para mi.
- ¿Me extrañaste amore? - deja un beso húmedo en mi espalada descubierta.
- No, déjame ya Jasson - me volteo y lo veo frente a mi.
Tan irresistible como en todos mis sueños, su pecho firme y tonificado, su piel pálida pero no tanto que incita a querer morderla, su sonrisa moja bragas y esos brazos, esos brazos que me han cargado tantas veces.
- ¿Qué te deje en paz Rebecca? ¿Segura que eso quieres? - pregunto tomándome de la cintura, involuntariamente puse las manos en su pecho.
- Si - murmuro no muy convencida.
El siempre me pone a dudar.
- ¿Realmente quieres eso? - dijo mientras dejaba besos húmedos en mi cuello.
- Jasson, yo solo quiero vivir en paz - dije frustrada mientras el seguía besando mi cuello -. Quiero tener un novio, quiero poder sacarte de mi cabeza y no soñar contigo. Quiero ser normal.
- Rebecca - dejo un beso en mi clavícula -, Rebecca - sus besos fueron bajando a mi cuello otra vez -, Rebecca - dejo un beso en el centro de mis senos -, Rebecca - dejo un beso en mi seno izquierdo - ¿Cuándo vas a entender que eres mía y que me perteneces? - me pregunto mientras desabrochaba mi bralette.
- Jasson, no soy tuya - dije mientras me dejaba quitar el bralette -. Tu eres una de mis fantasías las cuales tengo que superar, tu no eres real - apenas y podía hablar.
Jasson me tomo del cuello, pero sin apretarme y me beso de una manera diferente a todas las veces, me beso posesivo, pero su beso trasmitía muchas cosas: deseo, ganas, posesividad, morbo, ternura y... ¿amor?
No lo se, pero me beso y eso fue lo que sentí.
- A ver, a ver Rebecca - se alejo de mi y miro la mesita de noche - ¿Qué quieres que te ponga primero? ¿antifaz o esposas? - me mostro ambas cosas.
- Antifaz - susurre, me estaba congelando con mis pechos sin nada que los cubriera, me sonroje debido a la vergüenza.
- Antifaz será - se acerco a mi y me tapo los ojos.
No puse queja ni objeción, Jasson lleva años apareciendo en mis sueños, creo que conozco su actitud y no es que sea una persona paciente.
<< - Disfrutemos juntos topolina - sentí como me susurro al odio mientras me dejaba en la cama y me baja las bragas.
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Fantasías Ocultas
DragosteRebecca, una chica que tiene sueños húmedos con un chico. Jasson, protagonista de esos sueños húmedos. Rebecca, sueña con algún día encontrarselo. Jasson, solo aparece en sus sueños. ¿Jasson saldrá de los sueños de Rebecca? ¿Rebecca se vera con Jas...