2. La solicitud.

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Capítulo 2.

Hera

Era él.

Enviándome una solicitud de amistad a mí. El mundo se ha vuelto loco o el mundo lo volvió loco a él.

¿Tiene sentido lo qué digo?

Obvio no, estúpida.

Amo mi conciencia, en serio.

Agh, al parecer la loca soy yo. No sabía que hacer porque tal vez era estúpido haber reaccionado de esa forma solo por una boba solicitud de amistad, pero traten de entenderme, era Josh Campbell.

¿Acaso él me conocía? ¿Y si se equivocó? ¿Debía aceptar la solicitud?

Piensa tonta, es obvio que sabe de tu patética existencia ¿De qué otro modo te estaría enviando una solicitud sino supiera de ti?

Cierto.

Tal vez era un perfil falso pero ¿Y si no lo era? De ninguna manera voy a aceptar su solicitud, sea falso el perfil o no, me vale.

Ay par favar, te importa y mucho.

¿Debería decírselo a April?

Yo digo que si, anda dile.

Ella sabría si el perfil es falso o no.

Verán, April en menos de un día ya ha interactuado con todo Chester. Es evidente que ya todos los estudiantes la siguen en las redes sociales. Así que ella me dirá si ese es el verdadero perfil de Josh.

Dejo mi teléfono en la mesa de noche, me meto en mi cama preparada para dormir pero la duda está ahí.

Más vale que sí sea su perfil.

***

—No te oí llegar —digo dando un bostezo, moviéndome dentro de mi cama, tomo mi celular y reviso la hora, son las 9:43 a.m.

—Buenos días chaparra, es que estabas dormida y no quería molestarte —dice una April totalmente desalineada, lleva puestos unos pantalones de pijama color gris y una camiseta de tirantes del mismo color. Su cabello, Dios ¿Qué le pasó? Es un completo desastre. La miro divertida con una sonrisa ladeada porque no es la primera vez que la veo así, de verdad se ve terrible. Creo que 100 autos pasaron por encima de mi amiga anoche.

—¿Y... Cómo te fue? —le pregunto, aunque ya sé la respuesta.

—Primero, deja de mirarme así —me dice—. Y segundo, ¡Fue increíble! Conocí a un chico un tanto... Diferente —ella plasma una sonrisa triunfante en su rostro.

—¿Diferente? ¿Qué tan diferente? Porque cada vez que vas a una fiesta siempre me dices “conocí a un chico” pero lo de diferente es nuevo, ¿Quién es? —le pregunto saliendo de mi cama para ir al baño.

April sigue mis pasos y se detiene justo en el umbral de la puerta—. Se llama Scott y es sexy. Cuando lo ví me hizo tener un orgasmo mental y me hizo venir de una manera tan maravillosa —dice toda embobada con una sonrisita maliciosa.

Ok, mucha información para mí.

La miro con cara de asco.

Eso de imaginar a tu amiga teniendo sexo no es muy agradable.

—¿Qué? Es la verdad —April siempre tan sútil—. Vamos, di algo.

—April, cariño, no quería saber si el tal Scott te hizo venir de manera tan maravillosa —le digo mientras cepillo mis dientes—. Para la próxima no me cuentes los detalles jugosos, por fa.

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