Capítulo 20.
Josh Campbell
—Entonces... ¿Ella es la indicada? —pregunto, mirando fijamente el anillo en su pequeña caja.
—Sí, así es, hijo —responde, sonriente.
—Me alegro por ti, papá.
Suspiró, como si recordara algo y luego volvió a sonreír—. Ella es maravillosa, es simplemente increíble.
—Que bien —aparté la mirada del anillo para ver el plato con comida enfrente de mí. No me apetecía comer.
—¿Y qué tal los estudios? —me preguntó, curioso.
Lo miré, mientras jugaba con el tenedor en mis manos—. Bien, aún me falta un año para entrar a la universidad.
—¿Y ya sabes a cuál quieres ir?
—Sí, a Chester.
—Vaya... Interesante.
Silencio.
Odio que siempre haya momentos silenciosos que resultan ser incómodos. No sabes qué decirle a la otra persona. O cómo continuar la supuesta conversación.
—¿Y ya le dijiste? —cuestiono, recordando lo que algún día me prometió contar.
Él niega con la cabeza lentamente—. No, aún no.
—¿Y cuándo le dirás?
—No he encontrado el momento indicado para decírselo, Josh.
Bufé—. No hay un momento indicado, solo se dice y ya —lo miré con mala cara—. ¿O es qué acaso te da vergüenza?
Frunció el ceño, luego me dedicó una mirada asesina—. ¡Por supuesto que no!
—Pues pareciera que si. Estás muy cerca de casarte y no le has dicho a tu futura esposa que tienes un hijo.
—Ya te lo dije, Josh. No he encontrado el momento —respondió, un poco más calmado.
—Claro. ¿Qué hay de su hija?
—¿La chica? —lo vi tragar grueso—. Es... Muy curiosa y metiche, también quiere ir a Chester aunque aún le faltan dos años para entrar, y sus amigos —hizo una mueca de disgusto—. Detestables, siempre están con ella —respondió, irritado—. La chica no quiere que esté con su madre.
Encogí mis hombros—. Razones debe de tener.
—Es una adolescente, es difícil de llevar un trato con ella en estos momentos. Me odia, y mucho. Pero ya verás, ella me querrá por las buenas... O por las malas —susurró.
En cuanto lo vi directamente a los ojos... Me pareció ver a otra persona completamente diferente a mi padre. Sus ojos no eran los mismos, lo sé. Yo lo conozco, o bueno lo conocía. Había malicia en ellos. Era la primera vez que veía algo así en su mirada. Y no me gustó para nada.
Lo miré, confundido—. ¿A qué te refieres?
Sonrió, arrogante—. Yo me entiendo, hijo. Yo me entiendo. ¿Pedimos la cuenta?
—Si...
Sacudo mi cabeza lentamente para alejar ese recuerdo.
Fría.
El agua que recorre mi piel está fría.
Era sábado así que cero clases, cero tareas. Hera seguía dormida en mi cama y Polo había ido por el desayuno. Así que decidí tomar una ducha.
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EL JUEGO #1
Roman pour AdolescentsUn juego. Dos participantes. Y un perdedor. Me llamo Hera. Haber entrado a la universidad Chester había sido un sueño para mí, lo que menos me esperaba era que al llegar me toparía con un idiota y su jueguito de seducción. Josh Campbell, no, el sexy...