24. Hideout.

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N/A: Holis, acá les traje nuevo cap. Espero lo disfruten. Ah, y gracias por tener paciencia y esperar por cada actualización. Al final del capítulo quedarán tipo: AaaAaaaaAaAAaA por fin valeeee. Ya verán xd. Ahora sí, lean.

Capítulo 24.

Hera

Definitivamente beber no es lo mío.

Porque cada vez que lo hago, algo simplemente sucede.

Parpadee varias veces porque no podía creer lo que estaban presenciando mis ojos.

Mi mejor amigo, y el mejor amigo de mi novio en el baño de un club, besándose y metiéndose mano.

De Ale... Si lo hubiera esperado, pero de Polo... ¿Qué?

—¿Qué hago?, ¿Qué hago? —me pregunté en un susurro, nerviosa. Dando pequeños saltos y mirando hacia todos lados—. Yo me largo —decidí.

Pero antes...

Yo en serio, necesito un cubículo.

La vejiga me iba a explotar.

Aguantaré.

Dando un paso hacia atrás fui descubierta porque mi estúpido tacón decidió rechinar un poco contra el suelo; llamando la atención de Ale, y Polo empujando a el pelirrojo bien lejos de él. Como si los hubiera cachado en algo ilegal.

—Hera, yo te explico —empezó a decir Polo rápidamente, acercándose a mí.

Le sonreí—. No, tranquilo. No tienes que explicarme nada.

Torpe, Hera. Si los pinches tacones no hubieran rechinado los chicos estarían a punto de darse como cajón que no cierra.

Y lo hubiera presenciado.

—Pero... —Polo estaba pálido, jamás lo había visto así.

Reí—. Yo estoy borracha, y yo no vi nada. No vi como casi te tragas a Ale y tampoco vi como le metías mano. Yo no vi absolutamente nada. —le dije a Polo entre risas.

Ale rió—. Es cierto, Polo. Ella no vió nada porque está borracha.

—Eso, sí —señalé a mi amigo.

—Por favor no le digas a nadie, ¿Vale? —Polo me miró, serio.

—Está bien, yo no le diré a nadie que besaste a Ale —sonreí con picardía.

—¡Cállate! —me gritó, exasperado.

Ale se acercó a Polo y trató de calmarlo.

Polo irritado, y para nada calmado. Esto se lo tengo que contar a April sí o sí.

—Una pregunta... —empecé a decir, confundida—. ¿Desde cuándo sucede esto? —los señalé a ambos.

—Te soy sincero, desde hace media hora —me respondió Ale.

—Oh, vaya. Interesante... —dije.

—Bien, esto es lo que vamos a hacer —dijo el pelirrojo—. Tú Polo —lo señaló—, sal del baño. Yo me encargo de Hera. Y tranquilo, ella no dirá nada —le aseguró.

—Más le vale —Polo me miró, no pude interpretar lo que vi en su mirada—. Tú y yo tenemos algo pendiente. Después lo resolvemos —le dijo a Ale y después paseó su mirada entre mi amigo y yo.

Y salió del baño dando un portazo.

¡Tengo cuñado nuevo!

Miré a Ale, divertida—. ¡Tú, cabrón infeliz! —lo apunté con mi dedo.

EL JUEGO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora