12. La llegada de Ale.

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Capítulo 12.

Hera

Después de casi dos horas limpiando, la biblioteca había quedado como nueva. Ya no había vasos, botellas, sombreros ni papelillo en los dos pisos. Todo estaba como tenía que estar. En orden.

—Estoy cansada.

—Yo también —habló April a mi lado.

Estábamos observando todo. Los chicos estaban en el segundo piso terminando con los baños. Y Thea estaba deshaciéndose de las bolsas de basura.

En cuanto bajaron las escaleras los chicos se acercaron a nosotras, al primero que vi fue a Scott.

Hace rato no recordaba nada de lo sucedido de anoche, pero ahora que lo recuerdo...

—¿Podemos hablar un momento, Scott?

April de inmediato volteó a verme.

—Si, claro —se acercó un poco más a mí.

—¿Cómo pudiste?

Frunció el ceño—. No sé de qué hablas, cuñada.

—No me vuelvas a llamar cuñada, ya recordé lo de anoche.

Su cara cambió completamente de la confusión a arrepentimiento absoluto.

—Oh... Ya lo recuerdas, bueno te digo que yo nunca quise hacerle eso tan feo a April, de verdad estoy arrepentido...

Alcé mi mano y le di una cachetada.

Diux, Josh y April nos miraron.

Cuando Scott volteó su cara, dijo—: Sé que lo merezco, pero...

Volví a alzar mi mano para darle otra cachetada.

Escuché risas y venían de Diux y Josh, al parecer esto les divertía.

—No quiero oír tus patéticas excusas, ya lo hiciste. ¿Acaso pensaste en April?, ¿Acaso pensaste en el daño que le podías hacer? No, verdad.

—Pero...

—Pero nada —lo interrumpí—. Ya lo hiciste, eso demuestra que no la querías.

—Yo de verdad lo siento, y espero que April en algún momento me perdone, yo la amo —susurró.

Dió media vuelta y salió de la biblioteca.

Respiré profundo.

—April, ya vámonos. Quiero dormir.

—Eh... Si, claro. Vamos.

Empezamos a caminar a la salida y los chicos se acercaron a nosotras.

—¿Y yo qué? —preguntó Diux, venía caminando detrás de mí.

Salimos de la biblioteca los cuatro.

Al dar el sol en mi cara arrugué un poco la nariz.

—¿Tú qué de qué? —pregunté, sin voltearme.

—¿Y ahora qué haremos?

—Diux, ya fue suficiente ¿No crees? —dijo April.

—Yo tengo cosas que hacer, después nos vemos —habló Josh, y luego se separó y tomó otro rumbo.

Diux, April y yo sin decir más nos dirigimos al bloque de dormitorios, entramos. Subimos las escaleras y al llegar a mi habitación Diux quiso entrar. Pero, no lo deje. Lo detuve en la puerta con mi brazo.

—¿A dónde crees qué vas? —le preguntó April, ya adentro.

—Pues... A entrar —respondió con obviedad.

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