Capítulo 11

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TN: Seo Mi es mi hermana.

JK: ¿Tu qué?

TN: Bueno, hermanastra. Su padre y mi madre se casaron luego de que mi padre muriera.
Cuando la conocí era una niña indefensa y con miedo de salir al mundo, una niña que había sufrido la pérdida de su madre. Vino a mi vida para encontrar protección y consuelo, algo que solo yo prometí dárselo.
Así fue y ella renació, lastima que sucedió algo que ni yo misma sé que fue, y nuestra relación de hermanas se arruinó.
Ella me detesta.

JK: Vaya, esa es una sorpresa.

TN: Espero que ahora lo entiendas mejor. El por qué no pienso entrometerme y botar a la basura mis sentimientos.

JK: Ella no es mejor que tu.

TN: No la conoces, así que no puedes decir eso.

JK: Créeme, ella no es mejor que tu.

-Le sonreíste, era lo menos que podías hacer en señal de agradecimiento por esas palabras que mejoraban un poco tu tan sepultado amor propio

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-Le sonreíste, era lo menos que podías hacer en señal de agradecimiento por esas palabras que mejoraban un poco tu tan sepultado amor propio.

TN: Ahora te toca a ti.

JK: ¿A mi?

TN: Si, yo te hablé de mi amor no correspondido. Te toca a ti hablarme del tuyo.

JK: Yo no tengo nada de eso.

TN: Mentiras, la noche que te encontré ebrio tu mismo me lo dijiste.
La mujer que amas jugó contigo y ella ama a alguien más.

-Al escucharte lo viste sonreír de una manera burlona.

TN: Si no quieres no me lo digas.

JK: Es que es una historia irónica.

TN: ¿Cómo se llama ella?

JK: No vale la pena que lo sepas. Pero te contaré.
La conocí hace cuatro años, en una reunión que mis amigos organizaron. Ella era la mujer más hermosa que había visto jamás, y me daba ternura que aparentaba ser una chica mala, pero ni siquiera soportaba el olor de los cigarros y se mareo con solo oler el whisky.

TN: ¿Cómo es?

JK: Hermosa, de ojos preciosos que fácilmente pueden atraparte. Su rostro es tan perfecto que cualquiera tendría envidia de su belleza.
Ella es como un ángel.

TN: Te gusta mucho, por la manera en la que hablas de esa chica es obvio que tus sentimientos por ella no son un juego.

JK: Yo también creía que ella me correspondía totalmente, pero solo jugó conmigo, ama a alguien más.

TN: Ambos somos desdichados en el amor. ¿Cierto?

JK: Cierto.

TN: Ven, yo sé cómo sentirnos mejor.

-Te levantaste y tomaste su mano. Caminaron hasta las orillas del río Han y recogiste varias piedras que luego se las diste a él.

JK: ¿Qué se supone que haremos con esto?

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